Lo que comenzó en 2018 como un sueño de consolidar a la Jaiba Brava como un referente del fútbol nacional, llegó ayer a su fin. Álvaro de la Torre, presidente del club celeste, confirmó a través de sus redes sociales su salida oficial al frente de la institución, marcando así el cierre de una etapa cargada de éxitos, entrega y profundo arraigo con la afición del sur de Tamaulipas.
En un mensaje emotivo, De la Torre expresó su agradecimiento y orgullo por los años vividos en el puerto, y por haber tenido la oportunidad de representar a una afición que, según sus propias palabras, «vibra como pocas con su equipo».
“Han sido años intensos, apasionantes, inolvidables desde el 2018, cuando mi familia y yo llegamos al puerto, fuimos recibidos con los brazos abiertos por una afición apasionada, por dos ciudades que vibran con su equipo y por unos colores que representan mucho más que el fútbol”.
Durante su gestión, Álvaro de la Torre fue clave en la reestructura deportiva del club, encabezó el proyecto con el que la Jaiba Brava logró el ascenso a la Liga de Expansión MX, y llevó al equipo a disputar dos finales nacionales, consolidando al Tampico Madero como uno de los clubes más sólidos de la categoría.
Sin embargo, su legado no se limita a lo deportivo. En su despedida, hizo énfasis en el impacto social que buscó generar desde el primer día:
“En cada una de las etapas que viví, me sentí afortunado por poder aportar a la comunidad, no sólo en la cancha, sino más allá de los 90 minutos, en los partidos que día a día se viven en las calles de nuestra región”.
El mensaje, compartido en su cuenta oficial, fue recibido con muestras de cariño por parte de jugadores, excolaboradores y, sobre todo, de los aficionados, quienes reconocieron el trabajo, la cercanía y el profesionalismo del ahora exdirectivo.
“Siempre vivirán en mi mente, las finales que disputamos y la pasión con la que vibra Tamaulipas en cada partido. Logramos el ascenso de la Liga de Expansión y conseguimos llegar a una nueva final, demostrando de lo que somos capaces de alcanzar”.
Álvaro no ocultó la emoción al dirigirse directamente a quienes llenan las gradas:
“A ti, aficionado, que nunca has dejado de apoyar, gracias. Me has enseñado la responsabilidad que conlleva defender estos colores. Tengan la certeza de que siempre di lo mejor de mí, con el deseo firme de que este equipo, su gente y su historia sigan creciendo”.
Manuel Hernández
Expreso-La Razón