A sus 20 años, Carlos Tadeo ha dado un paso que muchos creían imposible: concluyó sus estudios de bachillerato.
Diagnosticado con Parálisis Cerebral Infantil desde los cuatro meses de edad, su camino ha estado lleno de obstáculos, pero también de determinación, amor familiar y esperanza.
Carlos formó parte del grupo de más de 30 jóvenes con discapacidad que este jueves celebraron su graduación, un logro que marca no solo el fin de una etapa escolar, sino el comienzo de nuevos sueños.
Su más grande anhelo es convertirse en dentista. Aunque su madre sabe que su condición médica será un papel importante en definir hasta dónde podrá llegar profesionalmente.
La historia de Carlos está marcada también por el esfuerzo incansable de su madre, Ana Luisa Izaguirre, quien emocionada compartió los retos que enfrentaron juntos para que él pudiera asistir al CECATI 24 en Tampico.
Viven en la colonia California, en Pueblo Viejo, Veracruz, y para llegar al centro educativo cada día, debían cruzar el río Pánuco en lancha, un desafío aún mayor por la silla de ruedas de Carlos.
“En los días de lluvia era muy difícil cruzar, y cuando no podíamos salir, él se ponía muy triste por faltar a clases”, narra su madre.
Sin embargo, ni los días grises ni las aguas difíciles impidieron que este joven veracruzano llegara a la meta.
«Es un derecho que cada niño tiene, ir a la escuela como cualquier joven, Tadeo en mi colonia es muy conocido».
Ana Luisa, visiblemente conmovida durante la ceremonia, hizo un llamado para que más personas conozcan las oportunidades que existen para jóvenes con discapacidad.
Javier Cortés
