Alguna vez fue cruce estratégico del noreste mexicano, sin embargo, hoy la capital de Tamaulipas ve pasar los proyectos ferroviarios sin una fecha clara para su inclusión.
En medio de un renacimiento nacional de trenes de pasajeros impulsado por el gobierno federal, Ciudad Victoria permanece como un eslabón oxidado en el mapa ferroviario: con una estación histórica en ruinas, vías cubiertas de maleza y muchas promesas, pero pocos avances.
A mediados del siglo XX, Ciudad Victoria era un punto relevante en la red ferroviaria nacional. Desde aquí partían trenes hacia Monterrey, Tampico y San Luis Potosí, movilizando pasajeros, mercancías y sueños. Pero con el auge del transporte carretero y la privatización de Ferrocarriles Nacionales de México, la ciudad fue perdiendo su conexión. La última corrida regular de trenes de pasajeros data de los años noventa, y desde entonces, su estación sólo ha conocido silencio, grafiti y abandono.
El plan nacional y una ausencia dolorosa
En noviembre de 2023, el presidente Andrés Manuel López Obrador firmó un decreto para crear siete rutas prioritarias de trenes de pasajeros, entre ellas San Luis Potosí-Monterrey-Nuevo Laredo, con impacto directo en el norte de Tamaulipas. Pero Ciudad Victoria no figura en esa primera etapa. Mientras otras regiones ya realizan estudios de factibilidad o ajustes logísticos, la capital tamaulipeca no ha sido considerada oficialmente, ni siquiera como estación de paso.
La omisión ha causado inquietud entre historiadores, urbanistas y ciudadanos, quienes señalan que Victoria no sólo tiene valor estratégico por su ubicación geográfica, sino también histórico y cultural.
El «Tren del Golfo»: esperanza lejana
En 2022, se presentó un proyecto conocido como Tren del Golfo, que prometía conectar Ciudad Victoria con Tampico, Reynosa, Matamoros y la frontera texana. Aunque el plan sonó ambicioso y fue celebrado inicialmente por autoridades estatales, el tiempo lo relegó a un esquema de largo plazo, proyectado para 2050, sin avances concretos ni estudios públicos que indiquen un inicio cercano.
Chepe Express: promesa fugaz
En marzo de 2021, la emoción volvió momentáneamente a las vías de Ciudad Victoria. El Chepe Express, famoso por su recorrido turístico en la Sierra Tarahumara, cruzó fugazmente por la ciudad en un trayecto de reconocimiento. Fue un hecho anecdótico: el tren no se detuvo, pero su paso bastó para alimentar rumores y esperanzas que, como el tren, pronto se desvanecieron.
Desde entonces, no existe ningún plan oficial para extender rutas turísticas o de pasajeros hacia esta zona de Tamaulipas.
Estación abandonada, memoria en riesgo
La antigua Estación de Ferrocarril de Ciudad Victoria, ubicada al norte de la ciudad, es una pieza arquitectónica de inicios del siglo XX. A pesar de estar inscrita en el Catálogo Nacional de Monumentos Históricos del INAH, su deterioro avanza sin freno.
Hoy, es propiedad de un particular que ha impedido labores de restauración o limpieza, pese a su evidente valor patrimonial. El edificio principal, los talleres anexos, tanques de agua y antiguos durmientes permanecen invadidos por la basura y el deterioro.
Colectivos como Tamaholipa Nuestra han intentado rescatar el espacio mediante talleres infantiles, proyecciones de documentales y una petición en Change.org, que suma miles de firmas. Incluso se ha propuesto convertir el sitio en un museo del ferrocarril o centro cultural, idea impulsada por la diputada local Blanca Anzaldúa. Sin embargo, el obstáculo legal de la propiedad privada sigue siendo el principal freno para cualquier intervención seria.
Puerto seco: oportunidad sin pasajeros
Aunque el tren de pasajeros no llega, el gobierno de Tamaulipas impulsa un proyecto con potencial logístico: el Puerto Seco de Ciudad Victoria, una plataforma intermodal que pretende enlazar transporte aéreo, terrestre y ferroviario de carga. El proyecto cuenta con el respaldo de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) y se vinculará con el puerto de Altamira.
Si bien podría revitalizar parte de las vías ferroviarias locales, el Puerto Seco no incluye transporte de pasajeros en su visión actual. Es una jugada más económica que social, y aunque fortalece a Victoria como nodo industrial, no responde a la nostalgia ni a la necesidad de movilidad de los habitantes.
¿Qué impide el regreso del tren?
Más allá del decreto presidencial, el regreso del tren a Ciudad Victoria enfrenta varios retos:
Infraestructura deteriorada: muchos tramos están en mal estado.
Falta de presión política: hasta ahora, ni el Congreso local ni el Ayuntamiento han elevado una petición formal al gobierno federal.
Desinterés empresarial: las concesionarias de carga no consideran rentable una ruta de pasajeros por esta zona.
¿Y ahora qué?
Mientras en otros estados las locomotoras comienzan a rugir de nuevo, en Victoria sólo queda el eco de los trenes de antaño. La recuperación de su estación, la inclusión en las rutas nacionales y la reactivación del servicio no dependen sólo de decretos: exigen voluntad política, participación ciudadana y visión de futuro.
¿Será Ciudad Victoria parte del nuevo ciclo ferroviario del país o quedará condenada a mirar desde la barrera cómo otros avanzan sobre los rieles del progreso?
Claves para el futuro:
Diálogo urgente entre el gobierno estatal y el propietario de la estación, con miras a una posible compra o expropiación.
Impulso legislativo para que Victoria sea incluida formalmente en los planes del Tren del Golfo.
Campañas ciudadanas más visibles que mantengan viva la causa del rescate ferroviario.
Reactivación parcial de vías para recorridos turísticos o educativos como punto de arranque. Mientras el tren no llega, la historia de Victoria sigue escrita sobre rieles olvidados.
Por Raúl López García
