CIUDAD DE MÉXICO.-De niños, una de las cosas que más disfrutaban muchas personas era salir a la calle en los días de lluvia para mojarse y brincar sobre los charcos. Y aunque los años han pasado, algunas personas todavía gozan de caminar bajo la lluvia mientras los demás se apuran a buscar algún espacio dónde refugiarse.
Este interés y afición por la lluvia tiene un nombre, pluviofilia, y aunque no es un término científico que forme parte de alguna categoría formal de estudio, se ha usado para nombrar el comportamiento de quienes experimentan gusto por la lluvia. ¿Qué dice la psicología de estas personas?, ¿mojarse bajo la lluvia por placer es signo de que algo no va bien? Aquí te contamos.
La palabra pluviofilia se compone del latín «pluvio», que quiere decir «lluvia» y del griego «filia», que quiere decir «amor» o «atracción», de tal manera que pluviofilia es el amor o atracción por la lluvia y todo lo que tiene que ve con ella.
No es una conducta patológica
De acuerdo con el sitio especializada Psicología y Mente, la pluviofilia no es una conducta patológica, a diferencia de las parafilias sexuales, que son criterios diagnósticos específicos; asimismo, las aficiones que son consideradas patológicas se diagnostican con el sufijo «manía», por ejemplo, la piromanía. Pero este no es el caso de la pluviofilia.
Por lo anterior, refiere, disfrutar especial o intensamente la lluvia, por ejemplo, mojarse bajo un aguacero fuerte, por más que parezca raro para algunas personas, no representa una actitud que amerite llevar un tratamiento.
A veces, la pluviofilia genera malestar
Según Psicología y Mente, hay ocasiones en que la pluviofilia puede acompañarse de experiencias de malestar, algunas diagnosticables y otras no. Asimismo, para algunas personas, puede venir acompañada de incomodidad o un estado de ánimo decaído cuando el clima les resulta más incómodo, por ejemplo, en los días soleados.
Así que, si un día ves a alguien disfrutando caminar bajo la lluvia, incluso bailando como Gene Kelly en la película Cantando Bajo la Lluvia, no es alguien que deba ir a terapia, es solo una persona disfrutando la vida bajo el aguacero.
Con información de HERALDO DE MÉXICO




