Hola, me da gusto saludarte una vez más en este espacio como cada semana platicando sobre temas de desarrollo económico y empresarial.
En el mundo de los negocios, especialmente en las pequeñas y medianas empresas, es común que la urgencia por vender lleve a decisiones impulsivas: “necesitamos hacer redes”, “hay que lanzar una campaña”, “ocupamos un video”. Pero… ¿realmente sabemos qué necesita nuestro negocio? ¿Estamos seguros de que esa inversión resolverá el problema de fondo?
Aquí es donde entra en juego una herramienta poderosa pero subestimada: el diagnóstico de marketing.
El diagnóstico de marketing es una evaluación integral de la empresa en sus áreas comerciales, comunicacionales y digitales. En lugar de empezar por ejecutar, el diagnóstico ayuda a entender dónde estás parado, qué funciona, qué no, y qué camino seguir para alcanzar tus objetivos. Es, en pocas palabras, la brújula estratégica antes de invertir.
Las pymes muchas veces están operando a ciegas. Invierten en creatividad sin conocer a fondo su mercado, sin tener claridad sobre su posicionamiento o sin saber si sus procesos de atención están realmente captando clientes. Esto genera campañas bonitas… pero poco efectivas.
Se necesita que las pymes tengan una hoja de ruta clara con las acciones de marketing recomendadas según tu realidad: desde ajustes de marca, cambios en procesos comerciales, hasta sugerencias de campañas y canales digitales.
Ahora sí, con esa información, se puede pasar a la etapa creativa con rumbo claro. Aquí entran en juego las agencias o equipos que ejecutan campañas, diseñan contenidos o manejan medios, pero ahora con un propósito definido y metas claras.
No se trata de hacer por hacer. Se trata de construir una estrategia sólida que te ahorre dinero, tiempo y frustraciones. El diagnóstico no es un gasto: es la inversión inicial que todo negocio debería hacer si realmente quiere crecer.
Por. Jorge Reyes Cruz




