3 julio, 2025

3 julio, 2025

Desbordamiento del Guayalejo daña casas en comunidad rural

Las familias de esta comunidad observaron cómo el nivel del río fue creciendo de una manera inusitada y se volvió en un monstruo que no respetó límites.

MANTE.- En la comunidad de Tantoyuquita en la llamada zona temporalera de El Mante, el río Guayalejo desbordó por completo su cauce, afectó viviendas y mantiene con miedo a decenas de familias.

A más de 70 kilómetros de la cabecera municipal de El Mante, se encuentra esta comunidad que es la más lejana, tradicionalmente bañada por un bajo caudal del Río Guayalejo.

Sin embargo, con las lluvias que ha dejado el fenómeno meteorológico Barry desde el pasado domingo 29 de junio, la situación se tornó peligrosa.

Poco a poco, las familias de esta comunidad observaron cómo el nivel del río fue creciendo de una manera inusitada y se volvió en un monstruo que no respetó límites.

La enorme cantidad de agua que bajó por el Guayalejo, comenzó a rebasar el caudal de este río y para el martes se volvió un gran peligro.

María de Jesús Zavala delegada de la comunidad de Tantoyuquita, asegura que hasta el momento alrededor de 24 viviendas han sufrido daños por el desbordamiento del río que las ha invadido en diferente medida.

Algunas casas, tienen dentro hasta un metro de agua, mientras que en otras hay de 40 a 60 centímetros y en todas existe el temor de que el agua en sus viviendas siga subiendo.

Desde los aires, se observa como el río Guayalejo que como afirman tradicionalmente lleva un cauce bajo, ahora se ha desbordado por completo.

Pero además las tierras de cultivo que lo rodean, están totalmente anegadas y le siguen lanzando escurrimientos mientras el río Santa clara que es un afluente secundario, se llena debido a que no puede descargar en el afluente principal.

«El mayor temor es porque el río sigue subiendo, en algunas casas el agua sigue subiendo y eso es lo que nos preocupa, el río trae mucha corriente, todas las aguas vienen a desembocar al Guayalejo y eso nos viene a incrementar su caudal y tenemos miedo que donde el río da la vuelta, se siga desbordando y se meta a otras 30 viviendas», dijo.

En una toma aérea, después del río se sigue viendo más y más agua, por lo que no nadmás el caudal podrá conducir una mayor cantidad del líquido, sino que los escurrimientos también serán en cantidad.
En esta comunidad, desde la noche del martes alrededor de 30 personas duermen en un refugio temporal en el salón ejidal, protegiéndose del agua que se introdujo a sus viviendas.

En la zona cañera parece disminuir el riesgo

En la zona cañera, contrario a lo que vive la temporalera, el riesgo por el cauce del río parece haber disminuido.
Aunque las autoridades municipales no han levantado la alerta preventiva que mantenían por las lluvias de Barry, la situación cambió a diferencia del lunes primero de julio, ‐que fue un día tenso y de alto riesgo para más de 11 comunidades.

Ahora que le viven en las márgenes de este río han visto como aunque sea de manera paulatina y lenta, el río ha disminuido su caudal y de estar a punto de llegar al puente de fierro de El Limón, ya está por lo menos tres metros más abajo.

Para los habitantes de la zona cañera, la situación ha comenzado a cambiar, tan así que algunas de las personas que se encontraban en los refugios temporales, ya han regresado a sus hogares.

De acuerdo al director de Protección Civil en el municipio Edgar Ayala Calderón, hasta la mañana del 3 de Julio, en los albergues se encontraban 93 mujeres, 87 hombres y 31 menores, procedentes de los ejidos Conrado Castillo, Estación Obregón, Magdalena Aguilar, Tanchipa, El Limón, Colonia Ch. Ramírez y 20 de noviembre.

Para las autoridades municipales, la alerta continúa y siguen al tanto de que se sigan monitoreando ríos, afluentes y otros arroyos para evitar ser sorprendidos en caso de una creciente.

POR STAFF EXPRESO-LA RAZÓN

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