Golpe en la mesa del rector Dámaso Anaya… y bien dado. Ayer se confirmó en los pasillos de Rectoría y posteriormente se presentó a: Ricardo Chávez Medrano, quien será el nuevo director deportivo de Correcaminos. Una decisión directa del rector de la UAT, quien llevaba meses buscando a la persona adecuada para ese puesto. Hoy, por fin, lo tiene.
¿Que no lo querían? Es cierto. Ni Héctor Hugo Eugui ni Javier Garibaldi estaban de acuerdo que se llenara esa silla. Decían que no hacía falta, que entre ellos y el ‘Tano’ Ahumada era suficiente. Que lo tenían controlado. Que el director deportivo “no servía para nada”.
Bueno… si eso era tener control, habría que ver qué partido estaban viendo. Porque lo que hay en el club no es precisamente orden. Todo lo contrario y va desde fuerzas básicas hasta el primer equipo.
Chávez Medrano llega con una misión nada sencilla: entrar a una casa revuelta, donde algunos ya se sentían dueños del balón y si bien no se duda de su capacidad, tendrá que mostrarse firme, con carácter, porque lo que le espera no es un camino de flores internas.
Y ojo, porque el mismo rector ha sido claro: quiere ver jugadores tamaulipecos y universitarios jugando, no nada más apareciendo en la lista para cumplir el requisito. Jugando. Así, sin vueltas.
Lo de ayer fue evidente que Ricardo Chávez tendrá muchas barreras que superar. Garibaldi lejos de ser sensato y hacer las cosas por La Paz y bajo la orden del rector, desafió esa decisión al insistir que no era necesario ese puesto y haciendo ‘menos ese lugar’ e incluso entre líneas se puede leer que entre sus planes alternativos está el que ‘Diablo’ se avoque más en fuerzas básicas, “no todo es el primer equipo, que me apoye con eso en fuerzas básicas desde la Sub-13”, pero déjame decirte ‘Capi’ que sí, también un director deportivo mira lo de fuerzas básicas, pero es el primer equipo, así que tendrá que tocar base sí o sí.
Y el primer problema ya tocó la puerta
Como si hiciera falta agitar más las aguas, esta semana llegó a nuestro buzón un video donde se ve a Juan Capeluto, jugador de Correcaminos, en un bar de Ciudad Victoria a altas horas de la madrugada.
Y sí, nadie prohíbe tomarse algo. Nadie señala que salgas en tu día libre. Pero el detalle es que Capeluto, según reportes, está lesionado. Y eso cambia todo.
No se trata de moralismos. Se trata de saber en qué momento estás y qué imagen das. Se vale disfrutar, claro, pero también se vale tener tantito criterio.
Ahora, la pelota está en la cancha de Eugui, su cuerpo técnico, Garibaldi… o Chávez. Uno de ellos tendrá que responder. Porque ahora, además de jugar, hay que demostrar que hay orden y autoridad, sino esto se saldrá de control más rápido de lo que parece.
Y eso, justo eso, es lo que vino a intentar el nuevo director deportivo, a poner orden, esperemos.
Me despido deseándole el éxito al profesor Ricardo, tal vez no era el candidato número uno de muchos, y había otras opciones igual de interesantes, pero le tocó a él, así que tiene que responder sí o sí. Sé que tiene capacidad, si lo dejan trabajar al menos podría hacer algo diferente. Tiempo al tiempo… y aguas que el Diablo anda suelto y a muchos se los terminará llevando.
POR. DANIEL VÁZQUEZ
