ESTADOS UNIDOS.- En medio de una intensificación de las políticas migratorias en Estados Unidos, dos mujeres latinas han desarrollado una herramienta digital que permite a las comunidades inmigrantes rastrear en tiempo real las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). «People Over Papers» se ha convertido en un recurso esencial para quienes buscan mantenerse informados y protegerse ante posibles detenciones.
Celeste, una creadora digital de 30 años y segunda generación de migrantes mexicanos en California, se encontraba navegando por TikTok cuando observó una publicación que listaba lugares donde se habían visto agentes del ICE. «Pensé: ‘Tiene que haber una mejor manera de hacerlo'», recuerda en entrevista a la revista Marie Claire. Decidió entonces crear un formulario de Google para que las personas pudieran enviar reportes de avistamientos de ICE, los cuales ella ubicaba manualmente en Google Maps.
Poco después, Kat, una educadora latina y madre de cuatro hijos en la costa este, descubrió el proyecto de Celeste. «Estaba tan abrumada con tanta información que sentí que necesitaba hacer algo», comenta. Kat sugirió trasladar el sistema a la plataforma Padlet, facilitando la organización y actualización del mapa en tiempo real. Esta colaboración marcó el inicio de «People Over Papers», que en seis meses ha registrado más de 37 millones de visualizaciones y nueve millones de visitantes únicos.
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Funcionamiento y expansión del proyecto
El equipo de «People Over Papers» solicita a quienes envían informes que incluyan detalles según el método SALUTE (Tamaño, Actividad, Ubicación, Unidad, Hora y Equipo). Esto ayuda a los más de 40 voluntarios a verificar la información antes de añadirla al mapa en vivo. Los voluntarios, muchos de los cuales descubrieron el proyecto a través de TikTok o Instagram, ayudan a verificar los informes con fotos, marcas de tiempo y observaciones sobre el terreno.
Las publicaciones se han disparado desde el lanzamiento: de unas 50 al principio, a entre 30 y 50 diarias en marzo y abril, y a más de mil el mes pasado. Según Kat, publican entre el 85 % y el 90 % de lo que se envía.
La demanda del mapa ha aumentado en las últimas semanas debido a la intensificación de las redadas del ICE en ciudades como Los Ángeles, Chicago y Newark, dirigidas a industrias que van desde la agricultura hasta la hostelería, y ha arrestado a cientos de personas. Tras el estallido de protestas en Los Ángeles, la administración Trump respondió federalizando la Guardia Nacional de California y desplegando a la Infantería de Marina, la primera medida de este tipo desde 1965.
Aunque la agencia suspendió brevemente la aplicación de la ley no penal en algunos sectores tras las reacciones negativas, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, dejó claro que la campaña estaba lejos de terminar. «Esto solo continuará hasta que tengamos paz en las calles de Los Ángeles», declaró en una conferencia de prensa la semana pasada.
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Desafíos y resiliencia
Celeste estima que trabaja al menos seis horas al día en el proyecto mientras compagina su trabajo a tiempo completo en informática. También ha mantenido una presencia constante en TikTok, donde ha superado los 50 mil seguidores gracias a que sigue compartiendo novedades sobre inmigración y noticias del proyecto. Kat, en cambio, mantiene un perfil más bajo en línea y es más reservada sobre su participación. Mientras Celeste se centra en las operaciones diarias y en la gestión del mapa en tiempo real, Kat ha asumido la responsabilidad principal de la organización, desde la gestión de la logística y los problemas técnicos hasta la gestión de los planes de negocio.
Su carga de trabajo es abrumadora: «He tenido que desconectar un rato porque tengo un trabajo a tiempo completo y tengo hijos, así que tuve que encontrar un equilibrio para mi propia salud mental», dice Kat a Maire Claire. «Siempre le recuerdo a Celeste que se tome un descanso. No se puede servir de una taza vacía». Pero para Celeste, dar un paso atrás no es fácil. Su compromiso con el trabajo es profundamente personal. «Tengo familiares y amigos indocumentados, amigos que crecieron en la misma situación que yo: la misma escuela, el mismo pueblo, todo lo mismo. Y lo único que les hace la vida más difícil que a mí es que no tienen documentos», dice.
Esa división se volvió dolorosamente real a principios de junio pasado, dice, cuando su hermano se dirigía al trabajo una mañana. Había parado a recoger a un compañero cuando una camioneta sin identificación les cerró el paso y tres más rodearon su auto. Según Celeste, agentes de ICE aparecieron y detuvieron a su compañero en el acto. «Lamentablemente, esto se está acercando cada vez más a casa», dice.
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Reconocimiento y futuro del proyecto
Los titulares que siguieron solo intensificaron esa sensación. La semana pasada, un informe de WIRED reveló que analistas de inteligencia del Ejército estadunidense habían señalado herramientas como «People Over Papers» como posibles amenazas a la seguridad nacional. Para Kat y Celeste, la respuesta del gobierno solo resaltó la necesidad de esta herramienta.
«Tenemos derecho, amparados por la Primera Enmienda, a tener una herramienta como esta», dice Celeste. «Está creando conciencia y ofrece una imagen clara de lo que está sucediendo ahora mismo».
Su trabajo continúa, pero han agregado nuevas precauciones: los contribuyentes ahora firman acuerdos de confidencialidad y el equipo está trabajando en una rúbrica de evaluación más formal para garantizar la coherencia.
Aun así, los seres queridos de ambas mujeres han expresado su preocupación por su seguridad. «Para ser honesta, creo que era muy indecisa y cautelosa. De todos en mi familia, yo era la más cautelosa», dice Alexandra, la hija de 20 años de Kat, quien se está formando como voluntaria en «People Over Papers». Explica que ofreció apoyo práctico en los primeros días del proyecto, incluso ayudando a su madre a configurar una VPN por motivos de seguridad. «Siento una montaña rusa de emociones: de miedo y luego de orgullo. Veo a amigos míos publicando [el mapa] en redes sociales, y nadie sabe que es ella».
Aunque nunca se han conocido en persona, Kat y Celeste han forjado un vínculo que las ha acompañado en los altibajos de este viaje. Bromean por videollamada, se burlan de sus gustos musicales (la obsesión de Celeste con Bad Bunny es recurrente) y se comunican constantemente. «Ella es muy tipo A», dice Kat. «Yo no lo soy para nada. Pero creo que nos complementamos de maravilla».
«Me recordará que toque la hierba», dice Kat riendo. «Yo le recordaré que se tome un descanso».
CON INFORMACIÓN DE EXCÉLSIOR