1 agosto, 2025

1 agosto, 2025

El clavo

ARCA DE NOÉ/PEDRO ALFONSO GARCÍA

La gentrificación ha desatado una ola de protestas en la Ciudad de México. Miles de familias de clase media han sido desplazadas por la llegada de extranjeros y empresas que encarecieron rentas y servicios.

Aunque Ciudad Victoria está lejos de vivir un fenómeno de esa magnitud, comienza a experimentar su propia versión: un boom inmobiliario silencioso.

Antiguos ejidos formados tras la reforma agraria de 1910 fueron absorbidos por empresas constructoras. Desde hace décadas, adquirieron derechos ejidales que luego escrituraron gracias a cambios constitucionales que ya se veían venir. Muchas de esas tierras, que fueron ganadas por familias tras la Revolución, hoy albergan fraccionamientos y proyectos urbanos de alto valor.

Un punto clave fue la creación de la Ciudad de la Salud, al norte de Victoria. Ahí se construyeron el Hospital Regional de Alta Especialidad, el Hospital La Salle, la Facultad de Enfermería de la UAT y la escuela de Medicina de La Salle. Ese núcleo detonó la urbanización de cientos de hectáreas que pertenecieron a los ejidos El Olivo, Cinco de Mayo y El Refugio.

Ahí aparece un apellido clave: Valdez. El hijo de Antonio Carlos Valdez, patriarca de una poderosa familia constructora, fue comisariado ejidal en Cinco de Mayo. Desde esa posición, se convirtió en propietario de parte de esa tierra agraria que costó sangre y lucha.

Junto al centro médico surgieron fraccionamientos para clase media. Pero los antiguos dueños conservaron extensiones enormes que ahora se abren a la clase media alta. Hoy, aunque sus verdaderos propietarios no dan la cara, continúa la urbanización.

En otro sector, alrededor de la Universidad La Salle, entre monte y maleza, nació una nueva vialidad – por años no se había construido una calle así en Ciudad Victoria-, que conecta con la carretera a Monterrey. Con una bien armada estrategia de marketing ya se venden terrenos acaparados en los tiempos de esplendor del priismo.

La inversión es millonaria y los proyectos están en marcha. Detrás de estas empresas hay nombres conocidos. Son ex políticos victorenses que operan a través de intermediarios desde hace más de dos décadas. Una revisión de los registros catastrales lo confirma: quienes antes hablaron de justicia agraria, hoy capitalizan la tierra. La mayor parte de las empresas están registradas en la Ciudad de México y sus administradores son personas que nada tienen que ver con quienes son los barones inmobiliarios.

Finalmente, se animaron a sacar el clavo. (El reportaje que pronto publicará Expreso entra al detalle de cada caso)

Entre panistas

Aparentemente César Verástegui trabaja para quedarse en la dirección estatal del PAN y recorre el estado tejiendo alianzas. Tal vez así sea…pero sigue pensando en el aún lejano 2028.

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