5 diciembre, 2025

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Contextos diferentes

CATALEJOS / MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES

Con sus diferencias de estilo y personalidad, las mujeres de la 4T que se saben con serias posibilidades de competir por la gubernatura, han sido cuidadosas.
Quizás unas más que otras, pero parecen tener claro que falta mucho para la hora de las decisiones, y que hay muchas variables todavía por definirse.
Tienen la obligación -si quieren llegar con aspiraciones vivas a esa fecha- de administrar su ímpetu y calcular fríamente la ruta crítica hacia diciembre del 2027 cuando se aplicarán las famosas encuestas.
No se parecen entre sí, ni tienen las mismas circunstancias, pero sí enfrentan el reto de posicionarse de manera positiva en Tamaulipas, y sobre todo convencer -no hay que ser ingenuos- a las dos personas cuya opinión más pesará en la definición: la presidenta Claudia Sheinbaum y el gobernador Américo Villarreal.
La senadora Olga Sosa, ya se ha dicho, fue la que dio el primer paso.
Sin necesidad de aclararlo en discurso alguno, su narrativa política y sus recorridos por el estado hicieron evidente su aspiración. A favor tiene precisamente la posibilidad de desplazarse por los 43 municipios del estado y echar mano de las relaciones que ha construido en la política nacional.
También sin necesidad de aclararlo, la presidenta municipal de Carmen Lilia Canturosas se ha subido a la competencia interna de la 4T.
Las batallas ganadas en un territorio tan complejo como Nuevo Laredo, una calificación positiva de su gobierno y su pertenencia a un clan político tan relevante a nivel regional, la llevan de forma natural a ser incluida en la terna de aspirantes más sólidas.
En un contexto muy distinto se sitúa la presidenta electa del Supremo Tribunal de Justicia. Desde su entorno, se insiste en que Tania Contreras López no tiene interés en competir por la gubernatura, pero en el universo político de Tamaulipas sobran elementos para considerarla, más allá de que, en efecto, resultaría muy poco ortodoxo un salto del Poder Judicial al mundo electoral.
Todavía falta un amplio trecho antes de que se enciendan de lleno los motores rumbo al 2028. Antes está, por ejemplo, la elección del 2027.
Las tres, con realidades políticas distintas y fortalezas propias, están a tiempo de afinar la estrategia que les permita llegar a las encuestas con competitividad y respaldo suficiente.
De su capacidad para construir alianzas, consolidar su imagen y evitar errores costosos dependerá no solo su presencia en la boleta, sino también la posibilidad de convertirse en la primera mujer en gobernar Tamaulipas.

POR MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES

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