“La Gran Selva Maya es historia viva, patrimonio cultural y natural de la humanidad. Nuestro futuro compartido pasa por recuperar y potenciar su uso sostenible”, afirmó el presidente Arévalo.
“Proteger la Gran Selva Maya es proteger la vida, la diversidad y nuestra historia compartida”, concluyó Arévalo.
En su intervención, la mandataria mexicana destacó que la región representa la segunda reserva natural más importante del continente, después de la Amazonia, y subrayó que es la primera vez que los tres jefes de Estado se reúnen para una iniciativa de esta naturaleza.
“Nos une una historia común y la voluntad de dejar un legado de paz y prosperidad. Este acuerdo es histórico y hermoso”, dijo Sheinbaum, al anunciar también la expansión del programa Sembrando Vida a Guatemala y Belice.
Por su parte, el primer ministro Briceño calificó la firma como la realización de un sueño de más de dos décadas, desde su etapa como secretario de Medio Ambiente de su país.
El corredor abarcará 0.6 millones de hectáreas en Belice, 2.4 millones en México y 2.1 millones en el norte de Guatemala, consolidando una de las reservas trinacionales más extensas del hemisferio occidental.
Según el acuerdo, el diseño y ejecución del plan estará a cargo de un Consejo de Autoridades de Áreas Protegidas, con representación de los tres países. Este será respaldado por organizaciones ambientales, sector empresarial, academia y sociedad civil.
Los líderes coincidieron en que esta alianza regional responde a una necesidad urgente: enfrentar de forma conjunta las amenazas al equilibrio ecológico y a las comunidades indígenas que habitan la selva.
CON INFORMACIÓN DE PRENSA LIBRE