“No quiero ser la mujer que necesitas”, frase de la cantante argentina Cazzu que resuena en las redes sociales, según las recientes declaraciones de Nodal.
En pleno siglo XXI, Nodal no es el único que espera una pareja o esposa “tradwife”, es decir, que se comporte atendiendo a los roles estereotipados: una familia donde el hombre se enfoca en proveer y no se hace cargo de los trabajos de la casa, ni de los cuidados de los demás; por su parte, la esposa se encargue de todo lo del hogar. Una opción de vida que es muy respetable y está bien, siempre y cuando, los dos así lo deseen.
El problema aquí es que, actualmente, en la mayoría de los hogares es necesario que ambos progenitores trabajen fuera de casa para contar con los recursos suficientes para sostener a la familia. En este contexto, las mujeres terminan exhaustas haciendo dos jornadas, la del trabajo externo y la de la casa; y sin tiempo para el descanso necesario y con menos oportunidades para desarrollar algún proyecto personal.
Una mala noticia para quienes creen que este modelo de familia es sostenible es que la pirámide poblacional se está invirtiendo, es decir, cada vez hay menos niños y jóvenes y siguen aumentando la población de 60 o más años; lo que está demandando más trabajos de cuidado de personas adultas mayores. Una demanda que, en el futuro próximo, el modelo tradicional de familia no podrá sostener.
Con familias con dos o tres hijos, de manera casi simultánea, tendrán que sostener a sus dos padres, a su suegra y suegro, así como a las personas con alguna discapacidad en su familia. Una realidad distinta es la que viven las familias con muchos hijos, ya que la cantidad de trabajos de cuidado de sus padres es menor, dada la división de la carga entre cinco o seis hijos. Reconocer que esta problemática se está agravando es el primer paso para que la sociedad actúe y coadyuve en la transformación cultural y estructural.
Si bien, Cazzu cuenta con suficientes recursos económicos para enfrentar estas obligaciones de cuidados familiares que le permiten desarrollar sus proyectos personales; el modelo que Nodal desea en su vida, no representan un modelo factible para la mayor parte de la población mexicana y del mundo, ya que tienen que encargarse personalmente del cuidado de su familia.
Esto deja claro que es urgente diseñar e implementar políticas públicas que coadyuven en la transformación cultural y estructural que haga posible que tanto mujeres como hombres puedan involucrarse en los trabajos de cuidados de su familia nuclear y de la ampliada.
En otras palabras, las familias actuales cuentan con hombres y mujeres proveedores, que tienen dificultades para compaginar su vida laboral con la familiar, por lo que es necesario modificar las condiciones laborales que permitan que los dos progenitores puedan contribuir al trabajo de cuidados. Tema central de la XVI Conferencia Regional sobre la Mujer que, luego de cuatro días de trabajos, hoy se clausura.
Esperamos que esta Conferencia nos deje propuestas para construir una sociedad de cuidados que permita, tanto a mujeres como a hombres, ser quien quieran ser.
¿Usted qué opina?
POR NOHEMI ARGÜELLO SOSA




