5 diciembre, 2025

5 diciembre, 2025

“Siniestran” al campo; sequía y altos costos

Se estima que en los último diez años se han dejado de sembrar, 264 mil hectáreas debido principalmente a las sequías extremas y alto costo de insumos; se reduce un 40% hato ganadero

CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- En la última década, Tamaulipas ha dejado de sembrar más de 264 mil hectáreas debido a sequías extremas, falta de riego en los distritos agrícolas 025 y 026, altos costos de insumos y ausencia de apoyos federales, de acuerdo con datos del Censo Agropecuario del INEGI, difundidos por la Unión Agrícola Regional del Norte de Tamaulipas (UARNT).
La cifra representa más de una cuarta parte de la superficie cultivable del estado, afectando a miles de productores rurales.
En el ciclo otoño–invierno 2024–2025, cerca de 200 mil hectáreas en la cuenca del Río Bravo quedaron sin sembrar por la falta de agua, en la peor sequía registrada desde 1995, con pérdidas de hasta el 25 % de la superficie productiva.
En junio de 2024, la escasez de lluvias acumulada en los dos años previos había dejado entre 80 mil y 100 mil hectáreas sin cultivo, informó Raúl García Vallejo, presidente en Tamaulipas de la Confederación Nacional Campesina (CNC).
La Comisión Nacional del Agua reportó que, a finales de 2023, 77.3 % del territorio estatal sufría sequía meteorológica, con 13,088 hectáreas dañadas en municipios como Río Bravo, Valle Hermoso y Reynosa.
El panorama cambió parcialmente con el paso de las tormentas Alberto y Chris, que elevaron la humedad en amplias zonas, aunque sin suficiente recarga para las presas internacionales Amistad y Falcón.
De no superar los 300 millones de metros cúbicos, se prevé una crisis de abasto humano y agrícola en la frontera a partir de octubre, inicio del año hidráulico.
Actualmente, el 98.4 % del territorio de Tamaulipas está libre de sequía meteorológica, pero el déficit hídrico en la frontera sigue sin resolverse.

Ganadería en jaque
La crisis no solo afecta a la agricultura. Según líderes pecuarios como José Guerrero Gamboa, presidente de la UGRT, y Alicia González Muñoz, presidenta en Tamaulipas de MUGAM, el sector ganadero enfrenta falta de mano de obra calificada, abandono de ranchos y una reducción del hato de casi el 40 %.
El desinterés de las nuevas generaciones por incorporarse al campo agrava el problema, frenando la recuperación productiva incluso tras el regreso parcial del agua.

Un punto de inflexión
El abandono de tierras, la caída en la producción y la falta de personal especializado reflejan que el problema no es solo la sequía, sino también la ausencia de políticas que impulsen el talento y la continuidad en el sector rural.
Tamaulipas se encuentra en una encrucijada: si la reciente recuperación hídrica no se gestiona con eficacia, el campo seguirá perdiendo terreno.
Se requiere una estrategia integral que revitalice comunidades rurales, atraiga mano de obra joven, invierta en capacitación y garantice que el agua vuelva a traducirse en siembras, empleo y bienestar.

Por Antonio H. Mandujano
EXPRESO-LA RAZON

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