6 diciembre, 2025

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Campesinos, sin sembrar por falta de ‘lana’

Tras la desaparición de la Financiera Rural en 2023, productores del estado enfrentan deudas millonarias y recurren a casas comerciales que imponen intereses de hasta un 30% anual

CIUDAD VICTORIA, TAM.- Desde la desaparición de la Financiera Rural en 2023, los campesinos y productores de Tamaulipas han quedado sin una institución que cubra sus necesidades de crédito agrícola, lo que ha provocado que hasta un cuarto de millón de hectáreas sigan sin poder sembrarse, y que muchos que sí producen aún, recurran a esquemas menos favorables para financiar sus cultivos.

Raúl García Vallejo, secretario general en el estado de la Confederación Nacional Campesina (CNC), explicó que agremiados a esta organización, así como demás agricultores independientes acuden a casas comerciales, las cuales, prestan dinero a cambio de las cosechas de los sembradores como garantía. Y es por dicha situación que la deuda de productores se ha mantenido, incluso hasta podría haber aumentado por la desaparición de la FND y de programas económicos que lograban dar ciertas garantías a los sembradores.

En entrevista para Expreso, García Vallejo lamentó que la cartera vencida heredada de la Financiera Rural sea de tal magnitud que prefiere no detallar cifras, aunque reconoció que podrían tratarse de varios cientos de millones de pesos.

Así también Indicó que muchos productores terminaron en morosidad no por mala administración, sino porque el seguro agrícola no cubre la totalidad de la inversión. “Sembrar una hectárea de maíz de riego cuesta unos 20 mil pesos, pero el seguro cubre apenas 14 mil, y con deducibles que dejan un faltante de hasta seis mil pesos por hectárea”. “Si viene un mal año, te endeudas por fuera y el golpe es doble”, explicó.

Al último reporte emitido por autoridades federales, en la FND Tamaulipas quedó un adeudo de 1 mil 200 millones de pesos, todos ellos usados para la producción de diferentes cultivos en todo el Estado. Después de citar los datos expuestos, el líder agrario señaló que actualmente el único programa federal vigente es “Cosechando Soberanía”, dirigido a productores con hasta 20 hectáreas.

Este esquema ofrece créditos con intereses bajos, seguros y cobertura de precios, pero deja fuera a la agricultura comercial de mayor escala. “Pedimos que el beneficio se extienda hasta 100 hectáreas. No queremos que se desproteja a los productores que siembran más; todos enfrentamos riesgos y costos altos para sacar adelante las cosechas”, señaló. También recordó que en el pasado, los fondos de aseguramiento operaban con apoyo federal, que cubría el 40% de la prima del seguro y verificaba con georreferencias que las parcelas estuvieran cultivadas.

Con la desaparición de estos programas, afirmó, muchos agricultores están perdiendo el patrimonio de toda una vida. Ante la ausencia de financiamiento público, los productores se han visto obligados a buscar alternativas en casas comerciales, que ofrecen préstamos condicionados a la entrega de la cosecha y sólo cubren insumos básicos como la semilla. Para otros gastos, deben recurrir a créditos personales o dejar sin sembrar parte de sus tierras.

“No pedimos dádivas; pedimos competir en igualdad de condiciones con productores de Estados Unidos y Canadá. Si ellos tienen apoyos e incentivos, nosotros también necesitamos herramientas para seguir en el campo”, concluyó.

¿QUÉ SON Y CÓMO SE MANEJAN LAS CASAS COMERCIALES?

En el contexto agrícola de Tamaulipas (y de muchas regiones de México), las casas comerciales son empresas privadas que venden insumos para el campo como semillas, fertilizantes, agroquímicos, refacciones, entre otras cosas. Pero que también ofrecen financiamiento directo a los productores, normalmente bajo la condición de que les entreguen su cosecha para su comercialización, donde el productor firma un contrato comprometido a vender la cosecha a la misma casa comercial que le otorgó el crédito.

El financiamiento generalmente no se entrega en efectivo, sino en especie: insumos, semillas, fertilizantes, agroquímicos, maquinaria menor.

El pago se descuenta al momento de la venta de la cosecha, restando el capital prestado más los intereses. No existe una tasa única porque depende de la empresa, el tipo de cultivo y el riesgo, pero de acuerdo con datos de la CNC y la Unión Agrícola Regional: Interés promedio anual: entre 18% y 25%, aunque en algunos casos con productores de alto riesgo o sin historial crediticio puede llegar a 30% anual. Algunos cobran intereses mensuales de 1.5% a 2%, lo que anualizado es igual o superior al 24%.

El interés implícito puede ser más alto, porque además incluyen comisiones por almacenamiento, manejo, transporte o descuentos en el precio de compra de la cosecha.

POR ANTONIO H. MANDUJANO

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