ALTAMIRA, TAMAULIPAS.- En un fenómeno natural poco común, los cocodrilos de la laguna Las Marismas, ubicada en el ejido Armenta, Altamira, se desplazan hacia el mar para buscar alimento y después regresan a su hábitat.
El pescador Vicente Lugo Ramos señaló que los reptiles se aventuran en el mar en grandes cantidades durante los períodos en que el cordón litoral está abierto.
El cordón, una barrera de arena entre la laguna y el mar, permanece abierto por cerca de dos meses antes de cerrarse de forma natural. Durante ese tiempo, los cocodrilos aprovechan la conexión para cazar.
Lugo Ramos comentó que los animales capturan sus presas en el mar y luego se regresan a la laguna para consumirlas.
Este ciclo de salida y regreso a la laguna es una parte habitual del comportamiento de los cocodrilos en esta zona.
Hace unas semanas, un pescador deportivo logró captar en un vídeo a un enorme cocodrilo que descansaba sobre el cordón litoral.
Aunque no hay un censo completo de la población de cocodrilos en Altamira, las autoridades locales trabajan en coordinación con los municipios Tampico y Madero para tener un registro y planear acciones de manejo.
Existen proyectos para la creación de Unidades de Manejo Ambiental (UMA), con el fin de tener un control más integral de la población, pero estos planes aún no se han concretado.
Los Bomberos de Altamira y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), atienden de manera regular los reportes de avistamientos para capturar y reubicar a los ejemplares que representan un peligro para la población.
Se ha documentado que los cocodrilos pueden atacar si se sienten amenazados o si las personas invaden su espacio, intentan alimentarlos o se introducen en cuerpos de agua donde habitan.
Por. Óscar Figueroa
La Razón
