Saltillo, Coahuila.– Lo que debía ser un procedimiento estético terminó en tragedia. Jaqueline Yamileth Briones Torres, joven de 25 años originaria de Saltillo, perdió la vida en Monterrey el pasado 12 de agosto tras someterse a una lipoescultura en una clínica privada que hoy está bajo investigación.
La autopsia forense reveló que la causa de la muerte fueron lesiones internas en pulmón e hígado provocadas por un objeto punzante, que derivaron en una hemorragia masiva. Las autoridades apuntan a que durante el procedimiento quirúrgico el cirujano perforó los órganos vitales con una cánula.
Cateo e irregularidades
La Fiscalía General de Justicia de Nuevo León llevó a cabo un cateo que se prolongó por más de 12 horas en el consultorio del Edificio Médico de Especialistas, en la colonia Obispado. El personal ministerial aseguró cánulas, una bata con el nombre bordado “Dr. Sergio”, jeringas, una libreta con anotaciones del procedimiento, así como manchas de sangre, cabello en la camilla y un DVR con grabaciones de las cámaras de seguridad.
De acuerdo con la Secretaría de Salud estatal, el quirófano presentaba irregularidades sanitarias graves, lo que derivó en la suspensión del establecimiento. El médico identificado como Sergio “N” no pertenece al Colegio de Cirujanos Plásticos, Estéticos y Reconstructivos de Nuevo León, lo que hace presumir ejercicio ilegal de la profesión.
La ruta del financiamiento
Jaqueline financió la cirugía a través de la empresa Toque Divino Cirugías Estéticas, dedicada a ofrecer procedimientos en pagos accesibles. Según versiones de allegados, vendió su automóvil para cubrir parte del costo. Se le tenía registrada como la paciente número 973 de dicha financiera.
Investigación en curso
Hasta el momento no hay detenciones. La Fiscalía Especializada en Feminicidios encabeza las diligencias y analiza los materiales asegurados. Se prevén imputaciones por homicidio y responsabilidad profesional.
El caso de Jaqueline reabre el debate sobre la proliferación de clínicas estéticas sin certificación, la falta de regulación en el financiamiento de cirugías y los riesgos de someterse a procedimientos en lugares que operan al margen de la normatividad.
Para su familia, la exigencia es clara: justicia para Jaqueline. Para las autoridades, el reto es sentar un precedente en un estado donde las clínicas “low cost” se han multiplicado en los últimos años.
POR. STAFF
