TAMPICO, TAMAULIPAS.- A más de un año y medio de su rehabilitación, la carretera federal Tampico-Tuxpan se encuentra con baches y «parches», lo que representa un peligro a los automovilistas.
La vía, que en su momento fue celebrada como un motor de desarrollo y seguridad, está plagada de baches y «parches», representando un riesgo constante para los miles de conductores que la transitan diariamente.
Este tramo carretero, que sirve como un puente fundamental para el transporte de carga y vehículos particulares, se ha vuelto una trampa para quienes cruzan la frontera estatal.
Cientos de personas de ambos lados de la región dependen de esta carretera para sus traslados laborales, encontrándose ahora con una realidad muy distinta a la prometida.
Lluvias afectan cinta asfáltica
Los daños más recientes se hicieron evidentes tras las intensas lluvias que azotaron la región hace poco más de un mes.
El asfalto, que en teoría debía resistir las inclemencias del tiempo, se fracturó en múltiples puntos, dejando al descubierto la fragilidad de la obra.
Los conductores han reportado que la situación ha empeorado significativamente en las últimas semanas.
A lo largo de la carretera, se pueden observar tramos con baches profundos, así como áreas donde se ha intentado cubrir las fallas con nuevos parches de asfalto.
Sin embargo, estas soluciones temporales no resuelven el problema de fondo y solo subrayan el rápido deterioro de la infraestructura.
Los automovilistas se ven obligados a extremar precauciones, reduciendo la velocidad para no caer en los hoyos, lo que aumenta el riesgo de accidentes.
El temor de los conductores
Un simple bache, si no se esquiva a tiempo, puede causar daños severos a los vehículos o, en el peor de los casos, provocar un fatal accidente.
A pesar de que la obra buscaba reducir el tiempo de recorrido y mejorar la seguridad, el estado actual de la vía ha revertido gran parte de esos beneficios, generando incertidumbre y frustración entre los usuarios.
La ampliación y rehabilitación de esta ruta fue un proyecto de gran envergadura.
El 28 de febrero de 2024, en los últimos meses de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, la obra fue entregada oficialmente, con la promesa de transformar la movilidad en la región.
Se invirtieron dos mil 053 millones de pesos en esta modernización, que incluyó la ampliación de una carretera de dos a cuatro carriles, con un nuevo cuerpo de 10.50 metros de ancho.
La magnitud del proyecto no solo radicó en su costo, sino también en el impacto social que se esperaba.
La modernización de este tramo carretero generó dos mil 053 empleos directos y ocho mil 212 indirectos, beneficiando a más de 300 mil habitantes de municipios como Ozuluama, Tampico Alto, Pueblo Viejo y sus alrededores.
Por. Javier Cortés
Expreso-La Razón
Fotos: Cristian Lacarriere




