TAMAULIPAS, MÉXICO.- El acuerdo trinacional para proteger el Gran Corredor de la Selva Maya fue el producto de un arduo trabajo de negociación y concientización.
Pedro Álvarez Icaza, titular de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), detalló la relevancia de este documento histórico que conecta áreas protegidas de los tres países, creando corredores que antes no estaban considerados y que abarca aproximadamente más de 5.7 millones de hectáreas.
El acuerdo busca proteger la región de incendios forestales, tala ilegal y tráfico de especies, incluyendo especies emblemáticas como el tapir, el mono volador, el mono araña, el águila arpía y el jaguar.
Además, promueve la investigación de los ecosistemas y el impulso de prácticas tradicionales mayas y se espera que el acuerdo genere turismo comunitario de bajo impacto ambiental, impulsando la economía local.
Se trata, advierte, Álvarez Icaza de un logro de grandes alcances para la región, con el que se manda el mensaje de que “la frontera nos divide y en realidad eso no hace más que afectar a las personas y a la vida”.
“Le llamamos gran selva maya porque integra todos los esfuerzos de las regiones mayas de cada uno de los países. Entonces, este nombre trata de decir que es posible una integración regional para poder promover el estado sostenible y la conservación. Y estas dos palabras son claves, la conservación y el desarrollo de estrategias efectivas de sostenibilidad”, dijo.
Recordó que esta selva compartida por tres países es el segundo bosque tropical más extenso del continente americano, y el más importante de Mesoamérica, y que el 12% de la diversidad mundial se encuentra confinada en estos territorios
“Nos parece, por lo tanto, que estamos obligados como país a hacer algo más que que que declaraciones”.
Con este acuerdo, ¿qué nivel de protección va a tener este este esta gran región?
En este caso la suma multiplica. Es decir, en cada país tenemos nuestras áreas protegidas, pero le agregamos los conectores que no estaban considerados o protegidos, son los corredores que conectan las protecciones entre los países y dentro de cada país. Entonces, se trata por un lado de crear un mecanismo que pueda ayudar a proteger de incendios forestales en forma compartida, evitar la tasa ilegal, favorecer la conectividad, promover investigación sobre los ecosistemas, evitar el tráfico de especies.
El comisionado detalló que en la región se cuentan 7000 especies de flora y fauna, y se busca reconocer la importancia del tapir, el mono aullador, el mono araña, la arpía o el jaguar, la especie bandera, la pantera onca (jaguar) que es “una de las especies más más emblemáticas”, de la que calculan más de 2000 individuos en la región
“Entonces digamos tiene muchas razones para la conservación, pero también tiene razones para impulsar prácticas tradicionales de los antiguos mayas y las culturas vivas con la milpa maya. En fin, hay un conjunto de acciones que juntos se van a hacer mejor que si cada país lo hace por separado”.
¿Cómo hacer para equilibrar la importancia de la industria turística con la protección ambiental?
Primero, vamos a promover un turismo de bajo impacto ambiental, el turismo comunitario, dar valor a las experiencias turísticas con capacitación, en beneficio de las propias comunidades, que no vengan tour operadores y les quiten su patrimonio y les den tres pesos por cargar las maletas, sino que ellos sean los factores de su propia economía y su propio desarrollo. Vamos a poner modelos de conservación y turismo comunitario con un modelo de certificación de reconocimiento de capacitación que permita a quien le interesa conocer la selva visitar los tres países de forma mucho más dinámica, más segura y más compartida.
En segundo lugar, creemos que existe un mecanismo extraordinario para promover las prácticas productivas asociadas y creo que es un mecanismo que puede ayudar muchísimo a que los jóvenes se queden, agregar a los jóvenes a su región, que sean dignos y orgullosos de dónde viven y eso puede ayudarnos a promover actividades económicas eh de esta naturaleza.
Si logramos un turismo bajo impacto ambiental bien conectado, pero bien cuidado, puede ser una muestra de que la la biodiversidad puede ser un motor del desarrollo económico y no un impedimento.
¿Cómo fueron los trabajos para llegar finalmente a este acuerdo trinacional con Guatemala. Fue complejo ponerse de acuerdo?
Esta idea tiene más de 40 años. La secretaria Alicia Bárcenas lo trabajó muchos años, ella es bióloga y geógrafa, tiene esa doble virtud de conocer mucho la parte de la biogeografía. Yo mismo hace 20 años estuve trabajando como el director del corredor biológico Mesoamericano del sur de México y Centroamérica y nos dimos cuenta que era muy importante impulsar mecanismos modernos de conservación y que la cooperación era fundamental.
Desde el año pasado se tomó la decisión de hacerlo.
Teníamos dudas porque Belice y Guatemala tienen un diferendo en su frontera, entonces, se hizo un trabajo fino de hablar con unos, hablar con otros, demostrarles que más allá de la frontera es una región compartida, donde los ecosistemas, las especies y las personas no conocen de fronteras, en el sentido de que es una es una región cultural compartida, compleja. Entonces, con todas esas condiciones y mucha voluntad de política de todos, tengo que decir que todos todos los países hicieron lo posible para lograrlo.
Por. Staff
Expreso-La Razón




