CIUDAD DE MÉXICO.- La grafología, definida como el estudio de la personalidad a través de la escritura, vuelve a estar en el centro de la conversación. De acuerdo con algunas corrientes, ciertos rasgos en la manera de escribir podrían reflejar impulsividad, dificultad para comprometerse o incluso comportamientos asociados a la infidelidad.
Uno de los ejemplos más citados es la letra “C”. Cuando se escribe con puntas abiertas o muy separadas, los grafólogos sugieren que refleja dinamismo, búsqueda de placer inmediato y baja disposición al compromiso. Estos rasgos son vinculados, de manera especulativa, con posibles conductas de engaño en una relación.
Letras
Otro caso señalado es la letra “E”. Según algunos análisis, si se traza con la parte superior abierta puede denotar necesidad de libertad, mientras que los bucles o formas enredadas se asocian con manipulación o secretismo. En este mismo sentido, las letras muy cerradas o de tamaño reducido se interpretan como indicios de reserva, lo que en el imaginario grafológico facilita llevar una doble vida e incursionar en la infidelidad. Otras publicaciones han añadido elementos como la firma desproporcionada, que podría vincularse con egocentrismo, o las inclinaciones excesivas hacia la derecha, vistas como un signo de impulsividad.
La postura de la ciencia sobre la grafología
A pesar del interés que genera, los especialistas aclaran que la grafología no cuenta con respaldo científico. Diversos estudios la clasifican como una pseudociencia debido a la falta de consistencia y validez en sus resultados.
En este sentido, aunque estas lecturas pueden resultar atractivas como curiosidad cultural o entretenimiento, los expertos recuerdan que no deben tomarse como pruebas de infidelidad ni de rasgos de personalidad definitivos. La confianza y la comunicación, señalan psicólogos y terapeutas de pareja, siguen siendo los pilares fundamentales de una relación, muy por encima de lo que pueda insinuar un trazo en papel.
Con información de HERALDO DE MÉXICO




