5 diciembre, 2025

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Ingresos al alza, bolsillos al límite

FINANZAS FAMILIARES/ANGÉLICA GONZÁLEZ LÓPEZ

Aunque, las cifras oficiales muestran una mejora en el ingreso real y una alta satisfacción con la vida, la realidad económica de millones de familias mexicanas sigue siendo apremiante. De acuerdo con datos del Inegi, casi la mitad de la población adulta dice enfrentar dificultades para cubrir los gastos mensuales, y más del 20 por ciento no sabe si podrá hacer frente a los gastos el próximo mes.

Este dato es preocupante, puesto que revela una desconexión entre los indicadores agregados y la economía cotidiana. Pero, la enorme interrogante es ¿cómo es posible que con más ingresos las personas aún no pueden llegar a fin de mes?

Una posible explicación está en la calidad del empleo. Aunque la tasa de desempleo es baja (2.7 por ciento), el 54.8 por ciento de los trabajadores laboran en la informalidad, es decir, sin contrato, seguridad social ni prestaciones, lo que significa que son empleos inestables que no permite a la población planear o protegerse de imprevistos.

En el mismo reporte del Inegi, se menciona que esta situación genera una carga emocional, puesto que 22 por ciento de la población menciona tener indicios de ansiedad, 12.6 por ciento sufre depresión, mientras que, uno de cada cinco tiene problemas para dormir.
Y, si se habla acerca de las mujeres, el escenario es aún, pero, ya que se menciona dificultad para cubrir gastos, mayores tasas de ansiedad, depresión, insomnio y soledad. Esta dificultad de género también tiene raíces económicas, los trabajos femeninos suelen estar peor remunerados, más precarizados o subordinados al cuidado familiar.

Ahora bien, ¿qué hacer desde las finanzas familiares?
Lo primero es revisar tus ingresos y egresos reales, no lo que se “cree” tener o gastar, ya que a veces el problema no es cuánto ganas, sino cómo se administra. También, es importante establecer prioridades y límites financieros en casa, ya que los gustos no deben poner en riesgo los gastos fijos.

Y, haz visible lo invisible. En muchas ocasiones el trabajo doméstico o el tiempo invertido en cuidar a otros no se valora, pero tiene un impacto económico directo, por lo que es necesario visibilizar esos esfuerzos y contabilizarlos.
Finalmente, hablar de bienestar financiero no puede limitarse al monto del ingreso. Se trata de estabilidad, previsión, protección y capacidad de decidir sobre el propio futuro. Por eso, además de revisar el presupuesto del hogar, vale la pena preguntarse: ¿me siento en control de mi dinero?, ¿puedo enfrentar un imprevisto sin endeudarse?, ¿tengo autonomía económica o dependo totalmente de alguien más?

En tiempos de ingresos inciertos y emociones frágiles, las finanzas personales también deben ser una herramienta de cuidado y resiliencia; porque no solo se trata solo de sobrevivir el mes, sino de construir una vida más tranquila, justa y sostenible para todas y todos.

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