Un espectáculo de quinta fue el que protagonizaron ayer en la Cámara de Senadores, el priista, ALEJANDO, ALITO, MORENO y el petista, GERARDO FERNANDEZ NOROÑA, no fue apto para menores de edad, aparte de las actitudes violentas, el mal comportamiento de los legisladores en la tribuna más alta del país es un muy mal ejemplo para las nuevas generaciones.
Pero todo inicio porque FERNANDEZ NOROÑA, insolente como siempre, le negó la voz a MORENO CARDENAS a pesar de que la ley interna del senado establece que en asuntos generales se puede pedir la palabra, cosa que el petista negó al priista.
Luego ALITO le reclamo a NOROÑA, pero el senador petista reacciona violento, acto seguido, ALITO, que ya le habían negado la voz, le reclamo, y es que NOROÑA se pasa violentando los derechos de sus compañeros como si el siempre tuviera la razón y en los videos se ve que es él, FERNANDEZ NOROÑA, quien empuja primero a MORENO CARDENAS y ahí el desenlace de gritos, empujones, cachetadas y de más.
La verdad, aunque ALEJANDRO MORENO, ALITO, no es santo de nuestra devoción y es por demás sabido que el “dirigente del PRI Nacional” tiene sus asegunes, su actuación a mucha gente le gusto, pues alguien le tenía que poner un hasta aquí a FEDRNANDEZ NOROÑA, ese que con las mujeres es muy valiente pero que resulto cobarde con los hombres.
Y no, no es que se le apueste a la violencia, nuestro país ya tiene suficiente, pero lo real es que FERNANDEZ NOROÑA se la pasa provocando, burlándose, cocoreando a los de oposición, y faltándole el respeto a los ciudadanos, era obvio que un día le llegaría su momento.
En el encontronazo entre los senadores hubo hasta metiches, como un personaje que traía un palo con móvil en la mano y al querer defender a NOROÑA al suelo fue a dar y luego salió hasta con brazo vendado y collarín, como si le hubiera arrollado un camión, payaso. No tenía nada que hacer ese hombre de camiseta verde en ese lugar, la verdad.
Cierto es que quien seguramente saldrá perdiendo será ALEJANDRO MORENO, pues le demandaran hasta penalmente, dirán que casi los mata, lo acusaran de provocador, violentador, golpeador y todo lo que se les ocurra y claro, exigirán su desafuero, pero lo real y por lo que se lee por lo que se ve en los videos que circulan en redes sociales y los comentarios de los ciudadanos sobre el pleito legislativo, es que ALITO solo puso en su lugar a NOROÑA.
Luego de la trifulca, donde por cierto NOROÑA cual cobarde salió corriendo, demostrando que solo es hablador, pero cuando lo enfrentan de verdad sale corriendo, las redes se saturaron de videos con lo sucedido en la Cámara de Senadores.
Y claro, llovieron los comentarios, pero lo que llamo la atención es que a pesar de que ALITO no es un personaje muy querido por los mexicanos, por lo menos el 95 por ciento de los post son para aplaudirle, felicitarle por callar a NOROÑA.
“Eres mi ídolo ALITO” “Yo con ALITO”, “Ese ALITO si me representa” le dicen en redes sociales a ALEJANDRO MORENO, incluso hay quienes aseguran hasta volverán a votar por el PRI.
Mientras que a NOROÑA en las redes sociales le dicen de todo, nada agradable o de apoyo a su actuación, al contrario, se burlan de él y le llaman cobarde, que le quitaron lo gandaya y brabucón, que se le acabo lo hocicón, que es valiente con las mujeres, pero cobarde con los hombres.
En un comentario un ciudadano, que siempre se ha visto aplaude las acciones de la 4t dice “No que muy Lion el NOROÑA”, en otro se lee “Al chango le quitaron lo león” y así un sinfín de adjetivos negativos para GERARDO FERNANDEZ NOROÑA, que la verdad, salió chillón, cobarde y deja claro que solo es gritón porque se siente intocable. Eso sí, más tarde salió a dar rueda de prensa diciendo que no existió tal trifulca, pero las transmisiones en vivo, en tiempo y forma y de diferentes ángulos que dan cuenta de lo sucedido le desmienten.
Triste pero la gente en lugar de cuestionar y rechazar el mal espectáculo, celebró lo sucedido, quizá por que la mayoría de los mexicanos desaprueban el actuar de NOROÑA, más desde que se sintió reyezuelo y pidió que un ciudadano le fuera a pedir disculpas y casi rendirse a sus pies en pleno recinto.




