La situación económica de los miembros de la clase trabajadora era tan precaria en los días del PRIAN que los salarios mínimos que percibían la mayoría de los que tenían la fortuna de poseer un empleo formal no alcanzaban para comer.
A pesar de esa realidad, el presidente Enrique Peña Nieto alardeaba en medio de los aplausos de los representantes obreros alineados y de los empresarios que en su sexenio los incrementos a los mini salarios otorgados a la clase trabajadora no se habían logrado en más de tres décadas.
En la reunión del adiós que sostuvo el 22 de noviembre de 2017, ocho días antes de concluir su mandato, en el Salón Adolfo López Mateos de la residencia presidencial de los Pinos, el Jefe del Ejecutivo Federal calificó como un logro sin precedente el aumento que empezaría a regir al país a partir del uno de diciembre siguiente.
“Celebro -dijo el mandatario- que el Consejo de representantes de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos haya decidido aumentar de 80.04 a 88.32 pesos” la remuneración, ante el dirigente nacional de la CTM, Carlos Aceves, el secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete, el director del IMSS, Mikel Arriola, y de la Concanaco, Enrique Solana Sentíes, entre otros.
Ya que, señaló el mandatario, “no hay prosperidad posible sin un trabajo digno y bien remunerado”.
En el marco del “Fortalecimiento del Empleo”, Peña Nieto destacó que en su administración se alcanzó un récord en la creación de empleos y al referirse al incremento salarial expresó que no se trataba de un ajuste menor debido a que cuando asumió el cargo el salario mínimo era de 60 pesos y él lo elevó a 88, un aumento de ocho pesos que no se alcanzaba en más de treinta años, logro sin precedente de 2 mil 650.80 pesos mensuales que recibirían más de un millón 271 mil trabajadores.
Una expansión sin precedente, expresó, que fue un logro de todos, aunque al mismo tiempo reconoció que en los 18 años anteriores a su llegada a la presidencia el salario mínimo había sufrido una pérdida de poder adquisitivo del 21 por ciento.
Los trabajadores no alineados y los académicos, por supuesto, no pensaban lo mismo.
Cuando se enteraron de la noticia elevaron la voz para manifestar que a diferencia de lo que decía el discurso oficial el alza era una limosna, además de que, de acuerdo con el INEGI, la inflación acumulada durante la gestión del mexiquense había de 27.9 por ciento.
A pesar de las críticas del PAN y el PRI, mientras que en el sexenio de Peña el salario mínimo subió en total 28 pesos en el del presidente Andrés Manuel López Obrador se elevó de 88 a 240 pesos, 7 mil 200 diarios, un total de 152 pesos y en la frontera a 375 pesos, 11 mil 250 mensuales.
El pretexto que esgrimían los gobiernos del PRI y el PAN para no incrementar las percepciones salariales en mayor porcentaje era porque pensaban que elevarían drásticamente la inflación, sin embargo, AMLO demostró que se trataba de un mito inventado para restringir tan drásticamente los ingresos de los asalariados y no hacer enojar a los patrones.
También demuestra que en materia de salarios a los trabajadores generales les fue mejor con Morena y la Cuarta Transformación que con el PRI y el PAN. jlhbip2335@gmail.com
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