5 diciembre, 2025

5 diciembre, 2025

Ricardo Salinas y Milei: México no es Argentina

CATALEJOS/MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES

Por si quedaba alguna duda de sus intenciones, el magnate televisivo Ricardo Salinas Pliego utilizó las fiestas patrias para dejar clara su intención de ser presidenciable en el 2030.

Con una bandera nacional y el estandarte de la virgen de Guadalupe publicó un video en el que recurrió a todos los mantras que ha empleado la oposición más radical durante los últimos años.
Van algunas frases que resumen la sorpresiva pobreza argumentativa del llamado Tío Richie:
“Este 15 de septiembre tenemos poco que festejar”.

Desde el gobierno se promueve “la envidia, el resentimiento, la división entre hermanos”.
“México está en manos de un gobierno integrado por personajes peligrosos, tienen una ideología realmente perversa, son comunistas, son los mismos que llevaron a Venezuela y a Cuba al desastre”.
“Es momento de elegir de qué lado estamos, del bien o del mal, si estamos a favor de la vida que es lo mas sagrado que tenemos, de la propiedad, de la libertad”.

Un auténtico catálogo de clichés.
Es evidente que el empresario se apegó al manual que ha dado éxitos a la derecha más rancia en otros países.
Quienes lo defienden y aplauden su estrategia, aseguran que Salinas Pliego podría seguir un camino similar al de Javier Milei, a quien admiran, por increíble que parezca.
La mala noticia para sus promotores es que -sepan disculpar el odioso lugar común- México no es Argentina.
La llegada al poder del delirante que tienen por presidente solo se explica en función del contexto local, dominado por el desastroso gobierno de Alberto Fernández que le hizo mucho daño al peronismo, y el muy cuestionable legado económico del kirchnerismo que sumió al país en otra de sus recurrentes crisis inflacionarias.
En otras palabras, Milei, un outsider que se cocinó como personaje al calor de los reflectores televisivos, consiguió convertirse en la única alternativa real al peronismo y a su oponente histórico, el macrismo, que también había fracasado en la gestión de las finanzas públicas.
A esta gran masa política la agrupó bajo el concepto de “la casta” y eso le alcanzó para convencer a los argentinos de que no había más opción que dar un volantazo verdadero. Fue un auténtico terremoto político.

Pero las cosas no han ido bien para Milei. Los éxitos económicos que presume (la baja de la inflación y la eliminación del déficit fiscal) han empeorado la calidad de vida de miles de personas, empezando por sectores vulnerables como el de los jubilados.

Su gobierno, un rejunte de viejos políticos de “la casta” y de influencers derechistas que defienden “la vida y la propiedad privada”, atraviesa su peor momento y en Argentina empiezan a percibirse en el ambiente los aromas de aquel verano del 2001, cuando cayó Fernando de la Rúa y se desató la más grave crisis política que haya vivido el país en la era moderna.

Pero más allá del desenlace que pueda tener un régimen como el de este tipo de personajes, lo evidente en México es que el país no vive la realidad que pretende construir la oposición, tanto la del establishment de los partidos políticos, como la de figuras “ciudadanas” como Ricardo Salinas Pliego.

Porque mientras el empresario pedía no celebrar la Independencia, el Zócalo de la Ciudad de México estaba repleto para presenciar el primer grito de una mujer presidenta.
La misma que mes con mes mantiene altísimos niveles de popularidad, y que semana tras semana ofrece golpes inéditos al crimen organizado.

Y claro, la que ha garantizado mantener el rumbo financiero para sostener las políticas sociales que cada vez llegan a más mexicanos, y que han cambiado la realidad de millones de personas.
A estas alturas, Ricardo Salinas, Lily Téllez, y otros personajes del mismo estilo que pretenden incendiar la pradera, deberían tener claro que para eso, necesitarían tener fuego y un paraje seco.
En el México del 2025, desafortunadamente para ellos y afortunadamente para las grandes mayorías, no hay ni uno ni otro.

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