El de ayer al mediodía fue un acto que resaltó la fuerza de Américo Villarreal Anaya al llegar a la mitad de su sexenio.
El evento, realizado en la capital del estado, reunió a representantes de los sectores sociales y productivos, así como a diversos actores políticos.
Fue un encuentro en el que se hizo memoria de lo realizado en los últimos tres años en Tamaulipas, cuando llegó la segunda alternancia en el gobierno estatal.
El recinto abrió sus puertas a las 12:00 en punto y comenzó a llenarse. Para la 1 de la tarde, el cupo estaba completo.
Un calor seco de 35 grados generaba una sensación térmica de 40, mientras fuera del teatro «Amalia González Caballero de Castillo Ledón» se formaban grupos de invitados procedentes de distintas zonas del estado.
El interés no era solamente escuchar el mensaje de Américo haciendo el recuento de lo avanzado en tres años de gobierno, sino también tratar de identificar alguna señal que indicara a los adelantados de siempre qué rumbo tomar o en dónde colocar sus apuestas futuristas.
Los alcaldes de la zona sur, Mónica Villarreal Anaya y Erasmo González Robledo, acudieron puntuales a la cita, escuchando atentos el informe.
Hubo más presidentes municipales, pero entre los de la zona conurbada y de la frontera, Carmen Lilia Canturosas Villarreal llamó la atención.
Por un costado de las butacas, saludador, estaba el priista Antonio Martínez Torres, exsecretario de Educación, exsecretario de Gobierno y diputado en los sexenios de Tomás Yarrington, Eugenio Hernández Flores y Egidio Torre Cantú.
El rector de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), Dámaso Anaya Alvarado, llegó con un séquito menor al que lo acompaña cuando visita el campus sur, y eso fue muy notorio.
El ejercicio de memoria de los primeros tres años del gobierno de Américo fue prolífico en datos, testimonios y reconocimientos traducidos en aplausos.
Humberto Prieto, presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso, y Tania Contreras López, quien el martes asumió el cargo de presidenta del Supremo Tribunal de Justicia, acompañaron a Américo en este encuentro con ciudadanos.
También estaban en primera fila los diputados federales, destacando el coordinador de los tamaulipecos en el Congreso, Carlos Canturosas Villarreal, convertido en un puente entre el gobierno estatal, la Federación y la Cámara baja.
Luego del preámbulo -los saludos, las sonrisas, las palmadas en la espalda-, el mandatario comenzó la presentación del informe, llamado «Tres años de Memorias de una Transformación».
Vinieron las cifras, puestas en contexto con testimonios y ejemplos reales de lo hecho en cada rubro: educación, infraestructura, salud, combate a la corrupción, deporte, bienestar, agua, seguridad, coordinación con el gobierno federal, administración y finanzas, entre otros.
Dinámico y directo, el informe mencionó en varias ocasiones la excelente relación de Américo con el entonces presidente López Obrador, así como con la actual mandataria federal Claudia Sheinbaum, como ejemplos de que Tamaulipas sigue siendo una entidad con el respaldo total de la Federación.
Aspectos como el avance en el combate a la pobreza y pobreza extrema, que colocaron a Tamaulipas entre las entidades más destacadas a nivel nacional por los resultados obtenidos, fueron motivo de orgullo para Américo.
“De 192 mil personas que vivían en esa condición en 2022, el número se redujo y hoy quedan en Tamaulipas 52 mil personas en esa situación”, dijo, resaltando este logro con orgullo.
Desde el inicio del evento, Américo subrayó un tema que no puede pasar desapercibido: la nueva relación entre Tamaulipas y el gobierno federal, prácticamente rota durante el sexenio anterior.
De la misma manera, calificó a su administración como cercana al pueblo, pues aseguró que desde hace tres años terminó el distanciamiento entre el gobierno y la gente.
Otro tema importante en el recuento fue la seguridad, en dónde el gobernador destacó que los homicidios dolosos se han reducido notablemente en lo que va de su administración, además de resaltar las inversiones en equipamiento, capacitación y construcción de instalaciones e infraestructura para fortalecer el trabajo de la Guardia Estatal.
Pero la parte central del mensaje de Américo fue la reiteración de su compromiso de continuar, durante el resto de su administración, con el proceso de cambio iniciado hace tres años.
Más que los números que reflejan avances claros, Villarreal Anaya repitió que mantiene el compromiso con la gente, que está cumpliendo lo prometido en campaña y que su voluntad para impulsar la transformación de Tamaulipas no tiene límites.
No hubo pronunciamientos políticos en favor de actores locales. A quienes asistieron y han sido mencionados como aspirantes a cargos de elección popular en los procesos de 2027 y 2028, se les trató con respeto e igualdad de condiciones.
No hubo guiños, no hubo señales, no hubo espacio para que los adelantados que piensan en el futuro antes de tiempo pudieran hacerse expectativas que, por ahora, no tienen cabida.
Quedó clarísimo que, como repitió varias veces, cada idea, promesa y proyecto tiene su tiempo; y así, en política, cada persona tiene su momento. Ahora toca trabajar por Tamaulipas, no por proyectos personales.
En resumen, es el momento de Américo. Le quedan tres años y más compromisos por cumplir, y lo mejor que pueden hacer quienes tienen aspiraciones es dejar de lado intereses personales y sumar esfuerzos para profundizar la transformación de Tamaulipas. Nadie puede decirse confundido después.
MÓNICA Y ERASMO, A UN AÑO
Aunque hace poco más de 15 días presentaron sus informes de gobierno resumiendo lo realizado en el primer año de sus administraciones, los alcaldes de Tampico y Ciudad Madero, Mónica Villarreal Anaya y Erasmo González Robledo, tienen muchos motivos para sentirse satisfechos con el trabajo hecho.
Ambos asistieron ayer al recuento de los avances logrados en Tamaulipas durante los primeros tres años de gobierno de Américo Villarreal, pero durante la semana se darán tiempo para seguir recordándole a la gente que en sus respectivos municipios el balance del primer año de gobierno es bastante positivo, aunque los retos continúan.
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