TAMPICO, TAMAULIPAS.- Las lluvias registradas en los últimos días ya han saturado el sistema lagunario de Tampico, por lo que, en cualquier nuevo evento que deje 50 mm o más de precipite, muy seguramente desatara nuevamente severas inundaciones especialmente en la zona sur del Estado.
Según los especialistas en clima de MeteoAlert Tampico, aunque los acumulados actuales superan episodios previos, el sistema pluvial se encuentra sobrecargado tras casi 1,000 mm de lluvia en lo que va del año.
“Cualquier evento que supere los 50 mm resulta mucho más dañino para la ciudad y su sistema pluvial”, explicaron.
Y es que la combinación de lagunas ya llenas, canales saturados y el terreno urbano provoca que incluso precipitaciones menores tengan un efecto inmediato en las calles y colonias bajas del sur.
Este riesgo se mantiene mientras los niveles de agua en la ciudad no bajen significativamente, por lo que los habitantes deben extremar precauciones ante nuevas lluvias.
MeteoAlert recordó que durante junio-julio de 2024, con el paso de la tormenta Alberto, se registraron 400 milímetros de lluvia, mientras que en junio de este año 2025 los acumulados alcanzaron 300 mm.
“En este temporal se repite un patrón similar al de junio, pero sin ser generalizado en toda la cuenca”, detalló el organismo.
La referencia más cercana al impacto de lluvias intensas ocurrió en noviembre del 2024, cuando un aguacero de apenas dos horas provocó la inundación de gran parte de la avenida Hidalgo, al caer 200 mm en ese corto lapso.
Y a diferencia de entonces, las condiciones actuales agravan los efectos:
“Aunque hoy hemos superado el acumulado total de aquel episodio, la intensidad puntual de esa lluvia sigue siendo mayor”, precisó MeteoAlert.
El organismo añadió que el impacto actual es más severo aun con acumulados menores, debido a que las lagunas no estaban llenas el año pasado y no se habían registrado precipitaciones tan abundantes en el ciclo anual.
Hoy, con casi 1,000 mm acumulados, la capacidad de absorción del terreno y del sistema pluvial está al límite, lo que convierte a cualquier nueva lluvia (por ligera que parezca) en una potencial amenaza para aquella región.
Por. Antonio H. Mandujano




