5 diciembre, 2025

5 diciembre, 2025

Desata SpaceX crisis ecológica

Los lanzamientos del cohete Starship desde Texas han provocado graves daños ambientales en las costas de Tamaulipas. La organización Conibio Global documenta contaminación y muerte de especies marinas.

CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- La actividad espacial comercial en Estados Unidos, muy cerca de suelo nacional, ha dejado una estela de devastación ecológica en las costas tamaulipecas.

La organización ambiental «Conibio Global A.C.», ha documentado de manera exhaustiva un patrón de daños ambientales recurrentes en Playa Bagdad y el Golfo de México, directamente relacionados con los lanzamientos de prueba del cohete Starship de SpaceX desde su base en Starbase, Texas, que se han intensificado durante 2025.

Los reportes de la asociación señalan que, tras lanzamientos clave de la nave Starship, como el del 27 de mayo de 2025 (Vuelo 9) y, más recientemente, el del 13 de octubre de 2025 (Vuelo 11), las playas de Tamaulipas se han convertido en el vertedero de fragmentos aeroespaciales.

Muerte de especies marinas como delfines y una contaminación severa, Conibio Global ha denunciado desde hace varios meses ya sin que haya respuesta alguna por parte de las autoridades competentes tanto de México como de los EEUU.

En últimos días, dicha asociación expuso a tgaves de sus redes sobre la llegada de desechos a lo largo de más de 40 kilómetros de litoral, incluyendo grandes tanques metálicos de hasta 4,500 libras, fragmentos de caucho, plástico y aluminio, muchos de ellos con etiquetas que confirman su origen en SpaceX.

Impacto directo y mortal
El análisis de Conibio Global revela un dramático impacto en la fauna de la región, una de las más sensibles del Golfo.

Uno de los casos más alarmantes, se presentó días después del undécimo lanzamiento de Starship en octubre de 2025, cuando la organización reportó el hallazgo de delfines muertos en la costa.

Según Jesús Elías Ibarra Rodríguez, director de Conibio Global, algunos de estos ejemplares mostraban lesiones que sugerían quemaduras, aunque la hipótesis más fuerte es el daño fatal provocado por la explosión sónica del propulsor o la caída del mismo en el agua.

Adicionalmente, el daño se extiende a especies en peligro como la tortuga lora.
Los ambientalistas han documentado que las vibraciones masivas generadas por los cohetes compactan la arena en las zonas de anidación, provocando la muerte por asfixia o imposibilidad de escape de al menos 300 crías en nidos monitoreados.

Estos incidentes se suman a reportes previos, ya documentados desde noviembre de 2024, cuando Conibio Global inició formalmente la recolección de restos de cohetes tras la caída de un propulsor en el Golfo de México.

Contaminación transfronteriza
Más allá de los restos de gran tamaño, la contaminación se agrava con la dispersión de millones de partículas de microplásticos y residuos tóxicos, lo que representa una amenaza a largo plazo para la cadena alimentaria marina.

La basura espacial, al enredarse en las especies o ser ingerida, no solo complica la supervivencia de las tortugas y delfines, sino que también afecta a otras aves y especies de peces, cuya escasez ya ha sido denunciada por pescadores locales.

Ante este escenario, Conibio Global A.C. ha exigido en múltiples ocasiones, incluyendo declaraciones posteriores a los lanzamientos de mayo y agosto de 2025, que el Gobierno Federal Mexicano active mecanismos internacionales de responsabilidad ambiental.

Si bien la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) y otras dependencias han comenzado investigaciones en la zona, la empresa SpaceX no ha emitido una declaración oficial sobre la presencia de sus desechos en territorio mexicano.

La ONG insiste en que México no debe ser el «patio trasero» de la ambición espacial y prepara la documentación necesaria para una posible demanda internacional que obligue a la compañía a asumir la remediación ambiental.

Por Antonio H. Mandujano
Expreso-La Razón

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