TAMAULIPAS, MÉXICO.- El cierre de la frontera con Estados Unidos para la exportación de ganado mexicano ha puesto contra las cuerdas al sector pecuario de Tamaulipas, y es que los productores enfrentan una caída drástica en el valor del becerro y pérdidas que amenazan la estabilidad económica del campo.
De acuerdo con Cuauhtémoc Amaya García, subsecretario de Desarrollo Pecuario y Forestal, la suspensión de los envíos obedece a medidas de control sanitario impuestas por el riesgo del gusano barrenador, lo que ha provocado que el precio del kilo de ganado, que antes alcanzaba los 130 pesos, hoy apenas se pague a 100 pesos en el mercado nacional.
“La diferencia está golpeando directamente los bolsillos de los productores”, señaló el funcionario estatal.
Lo anterior, al advertir que la imposibilidad de colocar el ganado en el mercado estadounidense ha reducido la rentabilidad de las unidades de producción y generado un efecto en cadena en toda la cadena de valor.
Aunque Tamaulipas mantiene su certificación como zona libre de la plaga, Amaya García subrayó que la decisión de Estados Unidos afecta por igual a entidades que conservan su estatus sanitario y a aquellas donde se han detectado riesgos.
Por ello, dijo, el gobierno estatal solicitará un trato diferenciado para permitir la reactivación de las exportaciones desde las regiones que cumplen con los protocolos internacionales.
Desde noviembre de 2024, el Estado ha destinado recursos extraordinarios para reforzar el trampeo, la vigilancia epidemiológica y la aplicación de cicatrizantes en los ranchos, con especial atención en las zonas limítrofes con Veracruz, San Luis Potosí y Nuevo León, donde se ha intensificado el monitoreo.
El subsecretario exhortó a los ganaderos a mantener la disciplina en las medidas preventivas, atender cualquier herida del ganado y reportar de inmediato síntomas sospechosos.
“El riesgo es regional, pero Tamaulipas está haciendo lo que le corresponde para seguir libre de gusanera”, enfatizó.
Amaya García insistió en que la reapertura de la frontera comercial sería vital para evitar un daño económico mayor en el campo tamaulipeco, donde miles de familias dependen de la exportación de becerros hacia el mercado norteamericano.
Por. Antonio H. Mandujano




