TAMPICO, TAM.- Han pasado siete años desde que la vida de Jessica Gabriela Hernández García, de 20 años, y de su pequeña Scarlett les fue arrebatada de manera brutal.
Este domingo 2 de noviembre, en el marco del Día de los Fieles Difuntos, sus familiares acudieron al cementerio municipal de la avenida Hidalgo en Tampico para honrar su memoria, mantener viva su historia y, sobre todo, reiterar la exigencia de justicia.
El caso, ocurrido en marzo de 2018, estremeció al sur de Tamaulipas y al país entero. Jessica, con ocho meses de embarazo, salió de su casa tras recibir un mensaje en Facebook de una mujer que le ofrecía regalarle ropa para su bebé. Nunca regresó. Cuatro días después, su cuerpo fue encontrado sin vida en el domicilio de Cynthia Fátima “N”, la mujer que presuntamente la engañó.
La bebé había sido extraída del vientre de su madre. La responsable llegó con la recién nacida a la Cruz Roja bajo el argumento de haber abortado; sin embargo, las investigaciones de la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas revelaron la verdad: Jessica había sido asesinada y su cuerpo ocultado debajo de una cama.
La presunta culpable fue sentenciada a 85 años de prisión; sin embargo, para Paola Liliana Hernández García, hermana de la víctima, la justicia sigue incompleta.
“Son bastantes años en los que seguimos igual. No ha habido avances, ni justicia pareja. Este año, además, se le dio voz a quien no debía tenerla”
Paola denunció que Omar “N”, esposo de la principal responsable, fue puesto en libertad a pesar de las pruebas que lo implican, al igual que Karla «N» y Dolores Guadalupe «S», presuntas cómplices del doble feminicidio.
“Había testigos que los vieron entrar y salir del domicilio con cosas de limpieza, con bolsas de basura… Había pruebas para detenerlos, pero por incompetencia los jueces les dieron la libertad”
Con la reciente llegada de las nuevas autoridades al Poder Judicial de Tamaulipas, la familia de Jessica pide que el caso no sea olvidado ni archivado.
“Que no den carpetazo como suelen hacer con otros casos. Que hagan la diferencia. No fue cualquier cosa: fue un daño irreparable. Ni siquiera pudimos velarla… el ataúd estaba sellado por el estado en el que la dejaron”
Este Día de Muertos, entre flores, veladoras y los tamales que tanto le gustaban, su familia acompañó a Jessica y a su beba Scarlett una vez más porque aunque han pasado siete años, el amor y la exigencia de justicia siguen vivos.




