4 diciembre, 2025

4 diciembre, 2025

Caída de remesas y perspectivas 2025-2028

OPINIÓN ECONÓMICA Y FINANCIERA / DR. JORGE A. LERA MEJÍA

En los últimos seis meses, México ha registrado una caída sostenida en los flujos de remesas provenientes de Estados Unidos, acumulando seis meses consecutivos a la baja hasta septiembre de 2025, según datos del Banco de México.

El monto mensual se situó en 5 mil 214 millones de dólares, lo que representa una contracción anual de 2.7 por ciento —la racha negativa más larga desde 2012— y un descenso acumulado de 5.5 por ciento entre enero y septiembre, el peor desempeño desde 2013. En términos reales, la apreciación del peso intensificó la caída al traducirse en pérdidas de 8.3 por ciento en moneda nacional.

El fenómeno se explica por una conjunción de factores externos: el endurecimiento de las políticas migratorias de Estados Unidos, el debilitamiento del mercado laboral norteamericano y una mayor dificultad para la inserción de trabajadores mexicanos.

Expertos de BBVA, Banorte y Monex coinciden en que las medidas restrictivas y las deportaciones masivas impuestas tras el retorno de Donald Trump a la presidencia están reduciendo la movilidad y formalización laboral de los migrantes, afectando el envío regular de remesas. La incertidumbre prolongada desde 2023 se ha transformado en una tendencia descendente que atenúa el poder adquisitivo de millones de hogares receptores.

A escala regional, la Ciudad de México registró una caída anual de 23.8 por ciento, la mayor a nivel nacional, seguida por entidades tradicionalmente receptoras como Michoacán, Guanajuato y Jalisco.

Estas reducciones impactan de forma directa el consumo privado, especialmente en bienes duraderos, debido a la menor disponibilidad de ingreso familiar.

Perspectivas hacia el cierre de 2025 y el sexenio de Trump

Las proyecciones de las principales instituciones financieras prevén que las remesas cerrarán 2025 con una caída cercana a 5–7 por ciento, y que la debilidad se extenderá durante 2026. Se anticipa una estabilización gradual a partir de 2027, cuando los niveles excepcionales de la pospandemia ya se hayan disipado. Sin embargo, no se espera un repunte significativo mientras persistan las políticas antimigrantes y la desaceleración económica estadounidense.

De mantenerse este escenario, las remesas dejarán de funcionar como el principal motor del consumo en México y pasarán a desempeñar un papel amortiguador del ingreso, especialmente en regiones con alta dependencia migratoria.

Para los tres primeros años del nuevo gobierno de Trump (2025–2028), el consenso de los analistas sugiere un entorno de bajos flujos, creciente vulnerabilidad social en comunidades receptoras y una presión adicional sobre el crecimiento interno, con impactos concentrados en estados como Michoacán, Zacatecas, Guanajuato y Oaxaca, los más expuestos a la desaceleración de envíos desde Estados Unidos.

Impacto por Tipo de Cambio:

La apreciación del peso frente al dólar ha amplificado la caída de las remesas, ya que aunque el monto en dólares disminuyó alrededor de 5-6% anual, el ajuste por tipo de cambio elevó la caída real en pesos a más de 11% en 2025.

En otras palabras, las familias mexicanas que reciben remesas han visto cómo el dinero enviado vale menos en moneda nacional, reduciendo su poder adquisitivo y capacidad de gasto.

Esta dinámica se explica porque el peso mexicano se ha mantenido fuerte, promediando cotizaciones entre 18.3 y 18.7 Pesos por dólar, lo que implica que cada dólar recibido se convierte en una menor cantidad de pesos respecto a años anteriores.

El impacto es especialmente sensible en hogares de estados altamente receptores como Michoacán, Guanajuato, Estado de México y Ciudad de México, donde la pérdida por tipo de cambio se suma a la tendencia descendente de remesas por el entorno migratorio y laboral adverso en Estados Unidos.

Los bancos y analistas estiman que si este escenario persiste, los efectos negativos sobre el consumo y el ingreso familiar van a predominar al menos hasta 2026.

Por Dr. Jorge A. Lera Mejía
Especialista en políticas públicas, migración y remesas.

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