Está por cerrarse el tercer año completo con gobierno de Morena para Tamaulipas; uno en el que el estado se consolida como referente nacional en materia energética y en el que la obra pública, hoy representa un impacto en el desarrollo económico. Proyectos estratégicos de inversión carretera, como es el que incluye el Túnel en la Ocampo-Tula, que marcará un crecimiento extraordinario y promete convertirse en la ruta más importante de tránsito comercial, por el sur.
No fue un año fácil; fue de retos, de toma de decisiones, cambios en el gabinete estatal y campañas anticipadas, de algunas de las y los aspirantes, pensando ya en la elección de 2027 e incluso en la gubernatura de 2028. Se movieron piezas dentro del gabinete estatal en áreas clave como Finanzas y Energía; Jesús Lavín Verástegui asumió la Secretaría de Finanzas en enero, posteriormente fue sustituido por Carlos Irán Ramírez González a finales de octubre, mientras que Walter Jiménez tomó las riendas de la Secretaría de Energía, tras la salida de José Ramón Silva Arizabalo, como parte del proceso ordinario en la gobernabilidad que ejerce el Mandatario.
En el tema de las campañas anticipadas de las y los morenistas, que son muy obvias, empiezan a generar la percepción de algunas divisiones al interior del partido y al pelarse antes de llegar a los tiempos oficiales, algunas de esas intenciones se ven desgastadas, incluso se les ve desesperadas, pero además, con menos posibilidades de ser tomados en cuenta para las encuestas internas del partido, por incurrir en deslealtad, y centrarse en intereses personales que no caben en el movimiento de la cuarta transformación.
Otro tema de relevancia es que en Tamaulipas, a través de los programas federales, se canalizaron apoyos por veintidós mil ochocientos cinco millones trescientos treinta y siete mil cincuenta pesos, distribuidos en 18 programas de apoyo económico dirigidos a la población. Los recursos alcanzaron a personas adultas mayores, jóvenes, personas con discapacidad, estudiantes y beneficiarios de becas, así como a sectores productivos con esquemas como sembrando vida, pesca y fertilizantes, además de acciones en vivienda, el programa “la clínica es nuestra” y apoyos para niñas y niños con cáncer. Pero además el estado le entró con becas y apoyo a estudiantes adicionales a los enviados por la federación.
Sin duda, los programas de bienestar social en el estado, son un detonante económico en las familias, especialmente en las que se encuentran en condiciones vulnerables, de pobreza, de enfermedad, como es el programa de apoyo para las familias que tienen niñas y niños con cáncer y el programa de vivienda, que mejora la calidad de vida de estas familias.
Hoy, Tamaulipas es conocido a nivel nacional por cosas que enorgullecen, por su desarrollo económico, por proyectos de infraestructura que impulsan crecimiento, por avances en energía y por políticas que buscan mejorar la vida de su gente. Ya no es el estado que solo aparecía en los titulares por problemas o conflictos; ahora hay logros concretos, resultados que empiezan a transformar la percepción que se tenía de nuestra tierra.
En los primeros meses del cuarto año de gobierno, se tiene que hacer una reflexión, para consolidar el trabajo que viene haciendo la administración estatal, para que la función pública siga colocando a la ciudadanía como el centro de sus esfuerzos.
POR DORA DE LA CRUZ




