MÉXICO.- En un mundo marcado por la incertidumbre y el estrés constante, la fortaleza mental se ha convertido en el activo más valioso. No se trata de una cualidad innata, sino de un músculo que se entrena. Scott Mautz, renombrado orador y autor de ‘The Mentally Strong Leader’, sostiene que la clave para prosperar reside en la capacidad de gestionar emociones y pensamientos de forma efectiva, incluso cuando el entorno parece desmoronarse.
A través de lo que denomina «chispas de felicidad», Mautz y la psicología identifican cinco afirmaciones clave que las personas con alta inteligencia emocional utilizan para reconfigurar su perspectiva ante el conflicto.

El código de la resiliencia: 5 pilares verbales
- “No existe el camino perfecto” Aceptar la imperfección es el primer paso para evitar la parálisis por análisis. Según Mautz, centrarse en el «qué hubiera pasado si» genera un círculo vicioso de negatividad que impide avanzar.
- “No es lo que perdí, es lo que todavía tengo” Este mantra se basa en la gratitud consciente. Cambiar el foco de la carencia hacia la abundancia presente es, según la psicología, uno de los métodos más rápidos para mejorar el bienestar emocional en tiempos de crisis.
- “La adversidad no crea consecuencias” Inspirada en el modelo ABC de la terapia cognitivo-conductual, esta frase rompe el determinismo. Recuerda que un evento difícil no conduce inevitablemente a un resultado catastrófico; nuestra interpretación del evento es lo que determina el impacto final.
- “Déjalo ser” Más que resignación, se trata de aceptación cognitiva. Reconocer las emociones negativas como reacciones legítimas, pero sin permitir que tomen el control de las acciones futuras.
- “Visión general, pasos pequeños” Esta estrategia permite desmitificar los problemas gigantes. Al mirar el panorama completo, la crisis actual se relativiza; al enfocarse en un paso pequeño, se recupera el sentido de control y progreso.
¿Por qué funcionan estas afirmaciones?
La fortaleza mental, lejos de ser una represión de los sentimientos, es la habilidad de adoptar perspectivas que aporten alegría y claridad. Al repetir estas frases, el cerebro comienza a priorizar soluciones productivas por encima del ruido emocional. Como señala Mautz, el objetivo final es mantener la vista en quién queremos ser, sin dejar que los obstáculos del camino dicten nuestro destino.
CON INFORMACIÓN DE EL HERALDO DE MÉXICO




