CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Selene tiene 11 años y este diciembre escribió una carta que ha tocado corazones. No pidió muñecas costosas ni juguetes de moda. En su carta dirigida a Santa Claus, escrita con letra infantil y honesta, Selene habla primero de su salud, de sus medicinas, de la escuela, de sus consultas médicas y de su rehabilitación en el CREE de Ciudad Victoria.
“Este año me he portado bien… tomo mis medicamentos, voy a la escuela, a mis consultas y a mi rehabilitación”, se lee en la carta fechada el domingo 14 de diciembre de 2025. Selene explica que su familia tuvo que mudarse de Pueblo Viejo, Veracruz, a Ciudad Victoria para estar más cerca de los hospitales que atienden su enfermedad.
En su inocencia, la niña pide solo lo necesario: una bicicleta o patines, zapatos y ropa. También confiesa que en casa no hubo dinero para poner un arbolito de Navidad.
Detrás de esa carta está una historia de lucha diaria.
Heidi Gómez García tenía apenas 15 años cuando dio a luz a Selene en el Hospital Civil de Ciudad Madero. Desde las primeras horas de vida, la pequeña presentó lesiones graves en la piel. Tras años de estudios y diagnósticos erróneos, especialistas del Hospital Infantil de Ciudad Victoria confirmaron que Selene padece incontinencia pigmentaria, además de los síndromes Conradi-Hünermann y LEOPARD, enfermedades genéticas, degenerativas y sin cura.
Hoy Selene enfrenta epilepsia, hipotiroidismo, problemas renales, discapacidad motriz e intelectual moderada, además de una dieta estricta. Su tratamiento incluye medicamentos de alto costo como Easy Junior, levetiracetam y suplementos especializados, algunos con precios que superan los mil pesos cada quince días.
“He gastado lo poco que tenía ahorrado en medicamentos. Esta vez no tengo para hacerla de Santa y sí me siento muy mal por eso”, confiesa Heidi, quien no puede trabajar debido al cuidado permanente que requiere su hija. Su único ingreso proviene de rifas y de la ayuda solidaria de personas que conocen su historia.
Selene estudia sexto de primaria, asiste en silla de ruedas y recibe apoyo de maestros de USAER. En casa, vive con su mamá en un pequeño departamento rentado recientemente. Su refrigerador, donado por un médico, guarda solo lo indispensable para cumplir con su estricta alimentación.
Pese a todo, Selene sonríe. Dice que está “bien”. No habla de enfermedades, solo de amor.
Ante esta situación, Heidi pide apoyo solidario para que su hija pueda tener un pequeño regalo esta Navidad y, sobre todo, para continuar con su tratamiento médico.
Quienes deseen ayudar pueden hacerlo a través de:
📱 Teléfonos: 833 352 9802 y 833 345 0806
💳 Cuenta BanCoppel: 4169 1614 3742 9839
📘 Facebook: Heidi Gómez García
Cada aportación —en dinero, alimentos, medicamentos o un detalle navideño— representa esperanza para Selene y su familia.
Porque a veces, la carta más pequeña es la que más fuerte nos recuerda lo que realmente importa. ❤️
Por Raúl López García
