28 diciembre, 2025

28 diciembre, 2025

Un artesano que infla sonrisas en Tampico

A sus 80 años, Pascual Bobadilla Cuevas sigue llegando puntualmente a la Plaza de Armas de Tampico.

TAMPICO, TAMAULIPAS.- La tradición puede ser frágil como un globo… pero cuando la sostiene alguien como Pascual Bobadilla, se vuelve indestructible.

A sus 80 años, Pascual Bobadilla Cuevas sigue llegando puntualmente a la Plaza de Armas de Tampico.

Nació en Toluca, pero desde hace 62 años adoptó esta ciudad como suya. Desde entonces, mantiene viva una costumbre que casi no se ve: elaborar a mano los globos que después transformará en figuras para alegrar a niñas y niños.

“Primero se tiene que coser, se imprime por cada color, sí lleva su tiempo. Luego de ahí cortar y pegar todo las orejitas, lo que lleva para dar presentación porque si no, no se ve”, explica con una precisión que solo da la experiencia.

Viudo y padre de dos hijos que ya hicieron su vida, Pascual no está solo: vive en el segundo cuadro de Tampico junto a hermanos y sobrinos que lo cuidan. Pero su verdadera compañía es el trabajo que lo impulsa.

Cada día, desde las 9 de la mañana y hasta 12 horas después, permanece en la plaza ofreciendo sus globos, los que fabrica uno por uno, sin prisas.

Con imágenes de unicornios, del gato Félix y otros personajes de antaño, sus globos que vende a 50 pesos—tienen algo más que color y forma: llevan la marca de un oficio que resiste el paso del tiempo. Y como si fuera poco, Pascual asegura tener otro don: observar el cielo y anticipar el clima del día, habilidad que se mezcla con la intuición de quien ha vivido mucho y visto aún más.

Mientras haya alguien como él, Tampico seguirá respirando tradición. Y cada niño que reciba uno de sus globos se llevará también un pedazo de historia.

Por. Cynthia Gallardo

La Razón

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