MATAMOROS, Tamaulipas.- El futuro del comercio de la importación de automóviles en la zona fronteriza durante el presente año es incierto, que hace pronosticar que esa actividad no tendrá ningún crecimiento, sino al contrario, seguirá reducida a su mínima actividad por todas las normas que el Servicio de Administración Tributaria exige que deben de cumplir los importadores y porque para muchas familias dejó de ser atractivo importar un vehículo, porque con todos los impuestos que se tienen que cubrir, resultan más costosos que los automóviles mexicanos de agencia de segunda mano.
Ese panorama desalentador para el comercio de automóviles usados fue planteado ayer por el comerciante del ramo, Tomás Cantú González, al exponer que en Matamoros no han podido importar un solo vehículo en lo que va del presente año, pero no por problemas con la Aduana, sino por dificultades de carácter técnico que vienen enfrentando las empresas comercializadoras. En Nuevo Laredo se están haciendo importaciones sin dificultades.
“En Reynosa comenzaron muy bien hacer las importaciones, pero tengo entendido que ayer se paralizaron por algunos problemas técnicos con los amparos que se están utilizando para importar automóviles y no por problemas de la autoridad de la Aduana”, señaló.
Dijo que “se han encontrado que algunos amparos sorpresivamente quedaron suspendidos, porque no estaban bien sustentados; hay otros casos donde el contribuyente que los viene utilizando, fue dado de baja del padrón de importadores, porque resulta que el Servicio de Administración Tributaria descubrió que tiene algunos pagos pendientes de impuestos”.
Destacó que “actualmente son muy pocos los amparos vigentes para importar automóviles, porque desde el año pasado, muchos fueron declarados improcedentes, razón por la cual ahora volver a comenzar ha resultado muy difícil”.
Dijo que actualmente regularizar un automóvil cuesta entre los 1 500 a 2 mil dólares sin importar el modelo, incluyendo los más recientes, como el 2006 y 2007, siempre y cuando se haga con un amparo.
Recordó que estos dos últimos modelos, el pago de impuestos arancelarios es del 10%, según el decreto del gobierno federal.
Sin embargo, para modelos más antiguos o bien más recientes, importar los automóviles sin el amparo, significaría hacer un desembolso desde los 60 mil hasta los 80 mil pesos.
“Si en estos momentos pagar 30 mil pesos, es gravoso, resulta más que imposible que las personas paguen 80 mil para nacionalizar un automóvile”, expresó.
Destacó que por ese motivo las familias buscan importar un automóvil con un amparo, porque el ahorro que obtienen es de más del 50%.
Cantú González agregó, que con estos costos, importar un automóvil usado costaría más de lo que cuesta uno usado mexicano salido de agencia.
Expuso que por ese motivo, los comerciantes van a hora a centrarse en importar de costos modestos, que las familias puedan pagar.