@ Hay situaciones y definiciones que se producirán durante los próximos días y que van a pintar de cuerpo entero a prominentes políticos tamaulipecos que durante años se han despachado con la cuchara grande cada vez que se reparten las cuotas de poder… y de negocios.
@ Horacio Garza, Ramón Garza Barrios, Arturo Cortez Villada y otros ilustres ex alcaldes neolaredenses, clavaron la uña en grande en las arcas públicas de su terruño, enriquecieron hasta el hartazgo y en la elección pasada, por acción u omisión, entregaron la plaza al panismo…
@ Preguntas que flotan el aire: ¿Con quién se van alinear ahora? ¿con la anémica candidatura de la priista Yalheel Abdalá, o le jugarán el toro al revés al partido que les engordó su patrimonio, como ya lo hicieron la elección local anterior?
@ Una versión insistente coloca al hermano de Francisco García Cabeza de Vaca como candidato a la diputación por Reynosa, para enfrentar a María Esther Camargo, quien parece aglutinar el apoyo mayoritario pero sobre todo el impulso de poderosos intereses que se mueven en torno a su marido Óscar Luebbert.
@ Veremos si Cabeza de Vaca corre el riesgo de que su hermano pierda la batalla y con ello demerite la marca —su apellido—, que a puro pulmón ha construido a lo largo de una década y que tiene un objetivo más ambicioso que la curul: gobernar Tamaulipas.
@ Contra su voluntad o por su gusto —“haiga sido como haiga sido”, diría el clásico calderoniano—, Édgar Melhem es el casi seguro candidato priista por Rio Bravo, y entonces surge una pregunta:
@ ¿A quién le van a entregar la delegación federal de SEDESOL? Si es alguien que aspira a la gubernatura, sería una prematura definición, y ventajosas en exceso las herramientas que se le entregarían para ganar terreno en las encuestas que decidirán la sucesión estatal.
@ La candidatura de Daniel Sampayo por Matamoros, con anticipados vaticinios de fracaso porque se considera casi invencible a Verónica Salazar, su presunta adversaria, disipará dudas en por lo menos dos sentidos:
@ Se sabrá si el grupo político del que forma o formó parte, sobrevive aún, y sí es capaz de sumar esfuerzos para acercarle votos al priista. También harto interesante e indescifrable hasta ahora, será lo que decida hacer el panista Ramón Antonio Sampayo, consanguíneo de Daniel, hermanito del progenitor del candidato.
@ En Victoria, lo que resulte en la elección del diputado federal, será un detonante o un catalizador del proyecto de Gustavo Cárdenas para desplazar al PAN de la escena política e impulsar a su Movimiento Ciudadano, con miras a la estratégica elección del 2016.
@ En lo corto, el PRI no debería dejar ganar a Gustavo la Capital pero tampoco le convendría aplastarlo pues sería una herramienta útil para evitar que la elección del 2016 se polarice entre un PRI en apuros y un PAN envalentonado.
@ A los panistas les queda claro lo que está en juego con la participación de Gustavo. Por eso ya anda por aquí Arturo Soto y no dude si de alguna manera se monta en la candidatura a la diputación federal con alguna artimaña partidista.