TAMPICO, Tamaulipas.- “Estamos bien”, fue la corta declaración que dio Tessy Aragón, esposa del político y empresario Jorge Manzur, quien junto a sus hijos, y otra familia de apellido Sáenz, son los tampiqueños que sobrevivieron al atentado terrorista que cobró la vida de 19 turistas en el Museo del Bardo, uno de los más visitados de Túnez.
“Estamos bien, pero no queremos dar ninguna declaración”, contestó la esposa del ex gerente de la Comapa en Tampico.
El matrimonio se encontraba celebrando su aniversario de bodas a bordo de un crucero, cuando bajaron al museo que se encuentra precisamente junto a la sede parlamentaria, la cual fue víctima del ataque terrorista.
Los agresores intentaron atacar la sede legislativa pero al ser repelidos ingresaron al museo, que se encontraba lleno de turistas, precisamente por la llegada de cruceros.
Testigos citados por agencias internacionales señalan que los atacantes dispararon contra un autobús de turistas antes de tomar a varios rehenes y atrincherarse en una zona del museo, donde se encontraban las familias tampiqueñas.
Las Fuerzas de Seguridad y el Ejército pusieron en marcha el dispositivo de alerta máxima de lucha contra el terrorismo.
Agentes de seguridad explicaron que uno de los presuntos agresores, un joven estudiante de 22 años, fue arrestado y que el resto fueron rodeados. Tras varias horas de tensión, las fuerzas de seguridad abatieron a dos asaltantes, liberaron a los rehenes y dieron por concluida la operación.
En algunas de las tomas de televisión que se dieron a conocer durante el día, puede observarse a la familia Manzur ser rescatada por elementos de seguridad.
Luego de muchos intentos, sus familiares y amigos lograron comunicarse con el empresario constructor, sólo para constatar que ya había pasado el riesgo y que ninguno de los tamaulipecos habían resultado lastimados.
Muchas dudas
El ataque se registró cuando en el Parlamento estaban reunidas varias comisiones parlamentarias, entre ellas la de Justicia, con el titular del ministerio a la cabeza, informaron fuentes parlamentarias. “Gran pánico en el Bardo. Un hombre armado en la Asamblea”, tuiteó la diputada tunecina Sayida Ounissi, presente en la sesión del Parlamento.
El primer ministro, Habib Essid, admitió ayer que la policía busca a varios sospechosos que habrían apoyado a los autores del ataque y que luego se dieron a la fuga. “No hemos establecido la identidad de los dos terroristas”, ha reconocido el primer ministro, del partido laico Nida Tunes, que en febrero logró formar un Gobierno de unidad nacional que incluía a los islamistas de Ennhada.
El atentado, que golpea con dureza el turismo de Túnez, uno de los principales pilares económicos del país, ocurre, como admitió Essid, “en un momento crítico y determinante” para el país, que aprobó en 2014 una nueva Constitución y celebró, a finales del año pasado, las primeras elecciones libres tras la primavera árabe.
Mandatarios de todo el mundo han condenado este miércoles el atentado y han apoyado, en especial los líderes europeos y norteamericanos, la transición democrática del país.