EL VATICANO, Italia.- Al abrir una misa en memoria de los armenios masacrados por el Imperio Otomano hace 100 años, el Papa Francisco provocó, con una palabra, un episodio de crisis diplomática.
El Pontífice señaló a la masacre como el primer genocidio del siglo 20, opinión que comparten historiadores y algunas naciones sobre la muerte, entre 1915 y 1917, de alrededor de 1.5 millones de armenios.
Turquía se ha negado por décadas al uso del término para referirse a lo que considera víctimas de una guerra civil y no de un plan deliberado de exterminio. De ser reconocida la masacre como genocidio, Ankara tendría responsabilidad penal.
“La declaración del Papa, lejos de la verdad histórica y legal, es inaceptable. Las posturas religiosas no deben prestarse a acusaciones sin fundamentos donde se esparce el odio”, tuiteó el Canciller turco Mevlut Cavusoglu, quien llamó a consulta a su Embajador en El Vaticano y convocó al nuncio de la Santa Sede en el país.