MÉXICO, D.F.- Un tumor cerebral de 11 centímetros dejó sin vida a Matheryn Noavaratpong, una niña tailandesa de dos años de edad. Sus padres decidieron criogenizar el cuerpo de la pequeña a la espera de que la ciencia encuentre una cura.
A Matheryn la llevaron de urgencia al Hospital de Bangkok porque no se despertaba, los médicos la intervinieron quirúrgicamente en varias ocasiones, como consecuencia perdió 80% del lado izquierdo del cerebro.
Entró en un coma del que no pudo despertar, el cáncer se extendió a todo el cerebro. Sahatorn Naovaratpong, su padre, relata que la abrazó, no deseaba dejarla ir, hasta que decidió con su esposa en quitarle las máquinas que la mantenían con vida.
Alcor Life Extension Foundation, una organización dedicada a las investigaciones de criogenización, se puso en contacto con ellos.
El cerebro de Matheryn fue extraído para ser conservado en un contenedor de acero inoxidable lleno de nitrógeno líquido en Arizona, Estados Unidos.
Su cuerpo permanece en un criorefrigerador, donde las temperaturas petrifican a la espera de que se encuentre una cura para su cáncer y un sistema que permita regenerar su organismo.
Con información de noticierostelevisa