En política nada es casual, justo en medio de campañas electorales se da el aval para la Ley Anticorrupción en el país, los congresos en el rol de comparsas, en su mayoría priistas, urgieron los trámites para planchar el documento que se añade a las tantas reformas que capitulan ahora nuestro marco legal. Los legisladores se la pasan un día sí y otro también, maquillando la Constitución, como si la solución a todo daño fuera sólo de papeles y no de quienes los interpretan.
En los primeros tropiezos de su administración, ENRIQUE PEÑA NIETO expresó que la corrupción es una circunstancia cultural, émulo de los dichos populares que surgieron con JOLOPO, la frase “la corrupción somos todos” renueva su vigencia, hoy encuestadoras y analistas del sistema coinciden que los corruptos están en el poder, y claro que al ciudadano a veces no le dejan otro camino y alinearse al método, si se pretende conseguir algún beneficio social o un pronto trámite de la administración pública.
Así que la mentada ley anticorrupción, que podría ser también anticultural, sólo viene a engrosar las páginas de esta historia; ahora sí, a ponerles aire acondicionado y extensas aéreas verdes a la cárceles, porque de cumplirse a cabalidad el nuevo reglamento para servidores públicos, sí que habrá sobrepoblación penitenciaria.
Pero tranquilos corruptores, no entren en pánico, no olvidemos que México sí es un país de libertad, cualquiera puede robar en arcas municipales como ocurre descaradamente incluido el terruño; se puede exhibir reiteradamente el enriquecimiento inexplicable e ilícito; desviar con descaro recursos públicos para campañas, pero no hay ningún detenido por ello.
Pobres pero a gusto
Todo un circo y de tres pistas es la política electoral de México, todo por la mala conducta que los actores de este baile reflejan; sin embargo, resulta que somos pobres, pero contentos, que aquí nos la hacen una y otra vez y nadie la paga, que puede sostenerse con pinzas una democracia fingida que ya a nadie le interesa. Otra vez el PRI y no importa, total si los demás están igual o peor.
Voces allende las fronteras alteran el escenario mediático local del “no pasa nada”, con críticas contundentes hacia un gobierno desfasado, o arcaico, que lucha más por las formas, que por el fondo. Pero aquí nada nos quita el sueño, la felicidad que nos invade al ser gobernados por una élite por demás organizada y fundamentada en los inicios del siglo pasado, nos mantiene en una calma chicha.
A nivel mundial ocupamos el lugar número 14 en percepción de felicidad, por encima de Estados Unidos y Brasil, al parecer andamos recontentos porque tenemos el gobierno que merecemos. Es EPN el mandatario de Latinoamérica que más seguidores tiene en twitter, aunque sea solo para saber de sus yerros y memes.
El hartazgo ciudadano es evidente, ya no se espera mucho de los elegidos, volvemos a zona de confort donde estábamos mejor cuando estábamos peor.
En Boca Cerrada
Las autoridades federales nos creen ciegos, sordos y mudos; MIGUEL ÁNGEL OSORIO CHONG nos visitó de nuevo, y ofreció un balance de lo que él ve de Tamaulipas, la respuesta en las redes sociales no se hizo esperar, y es que nada más vienen a avivar el avispero y dejar la víbora chillando. En 35 días, el 7 de junio sabremos si conviene o no -al partido en el poder- las visitas del enviado del presidente.
En tanto en pleno Día del Trabajo líderes de organismos sindicales, en su mayoría adherentes al PRI, elevaron sus voces para que acabe la corrupción, si hasta parece broma, de risa loca lo expuesto por quienes por décadas sangran al obrero, para favorecer al sistema.
@lupitaescobedoc