CIUDAD VICTORIA, Tam.- En Victoria agarra color un movimiento para prevenir y eliminar la discriminación a personas con tatuajes.
Pedro Josafat Yépez Rincón, tatuador en Victoria, está al frente en Tamaulipas, creció en la colonia Mainero y comenzó en la adolescencia con máquinas fabricadas por él, incluso su apodo “Sangre Azul”, se deriva de una “jota” que rayó en su mano izquierda con tinta “Bic”.
“La oportunidad me la dieron en un estudio en Salamanca, Guanajuato que se llamaba “Flor de Muerto”, ahí aprendí todo sobre asepsia de la piel, contaminación cruzada y permisos correspondientes como el permiso sanitario de COEPRIS, el cual requiere evitar riesgos, ya que el tatuaje es una micropigmentación artística. Yo evito hacer delineado de cejas y de ojos, porque nuestras máquinas son más fuertes en punción y puede causar más dolor que un demógrafo, es decir, los lápices que se utilizan para hacer delineado”, explica Pedro.
El mayor reto para “Sangre Azul”, es un Sagrado Corazón de Jesús en el cuerpo de un hombre que llegó de Pensilvania, Estados Unidos y quien deseaba representar a sus cinco hijos en imágenes de querubines en la espalda.
Aquí no hay anestesia y se prohíbe ingerir alcohol para evitar la salida excesiva de aguasangre.
La mayoría de los hombres y mujeres que llegan para realizar un tatuaje es para plasmar en sus cuerpos experiencias que no desean olvidar.
“Barrio 15”, el estudio de Pedro, tiene un concepto único, mantiene área climatizada, una recepcionista, prohíbe fumar y es padre de familia.
“Yo soy igual a cualquier otra persona, a veces existe el rechazo si te ven tatuajes pero hay todo un movimiento en el Distrito Federal que busca erradicar la discriminación. Además el estudio está en un colectivo nacional llamado Expresión sin Represión y Discriminación, el cual está apoyado en el Distrito Federal por el licenciado Osvaldo Castañeda Martínez, quien lo presentó ante el pleno y antier se aprobó la ley en el DF para no discriminar a las personas con modificaciones en la piel en un modo laboral. Estamos luchando para concientizar a la gente y que se haga este movimiento también en el estado de Tamaulipas. Allá me dieron el nombramiento hace un mes como embajador en Tamaulipas”, explica también que aquel que llegue a discriminar a una persona con tatuajes en el entorno laboral podría tener hasta tres años de prisión, pues un tatuaje no daña las capacidades intelectuales de las personas.
“Somos personas con sentimientos, tenemos familia, amamos, vivimos, gozamos. Muchas veces ven a un tatuador y creen que ha de vivir una vida de “rebane”, pero tenemos responsabilidades y en mi negocio tenemos personal capacitado para trabajar, tengo a otra persona que se encarga de perforaciones y es mujer. Elegí trabajar con mujeres porque son más responsables y son madres de familia. Yo genero empleo y promuevo la igualdad de género, al cliente le doy la tranquilidad para que se sienta como en casa”.
También hay abuelos rebeldes y en dos meses se han tatuado cuatro abuelos, porque la promoción para ellos es un tatuaje gratis si tienen más de 60 años.
Para “Sangre Azul”, no hay imposibles y siempre tiene promociones de dos por uno y mantiene vigente el trueque.
“Respeto mucho el cuerpo de las personas, la piel y el cuidado que deben tener las personas. En los tatuajes no se usa anestesia, hay quienes lo usan en perforaciones, pero yo no la uso porque una perforación bien hecha no debe doler casi nada siguiendo el tejido como debe ser”.
Pedro pertenece a una familia apasionada por el dibujo, su padre es el rotulista Pedro Picapiedra, su hermana es artista plástico y tiene un hermano más que heredó el oficio de su padre, pero en la tercera primavera su padre ha decidido que también quiere inmortalizar su obra y llegará en breve para aprender el arte de su hijo.
“Nosotros, los que usamos tatuajes somos normales, tenemos una vida normal, hace falta aceptar la cultura alternativa para no etiquetar. Quizá como sociedad tenemos un desgarre económico y emocional y la juventud tiene que tener valores y yo veo a mis padres todavía, les digo te amo, amo a mis hijos y vivo la vida con amor y paz, evito meterme en problemas”.