18 diciembre, 2025

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Confesionario

¿Y el piloto?

Confesionario

Tal vez sea el momento de la autocrítica en el gobierno federal, incluso por qué no en el partido del que emanó, cuando se trate el tema de la inseguridad que aqueja al país. La evidencia deja muy mal parado al discurso y a sus promotores.

Así es mis queridos boes, vamos de mal en peor en ese apartado, ¿pruebas?, ahí están en Jalisco y Oaxaca hacia donde brotó la pus de la grave infección que parece haber alcanzado a casi toda la nación.

Tendríamos que comenzar con dejar de culpar a los que ya se fueron, insistir en que esto es ‘la absurda guerra de Calderón contra el narco’ era válido hace más de dos años; hoy a la mitad de la administración de Enrique Peña Nieto terquear con esa postura es una especie de confesión de partes en la que se reconocería el fracaso de lo que se prometió en campaña: pacificar a México.

Lo lamentable es que desde antes, incluso, de que arrancara la administración, se cuestionaba la falta de estrategia contra los grupos de la delincuencia organizada: no hay inteligencia, no es persiguiéndolos y matando como se va a resolver; era una reflexión común.

Pero hoy a casi tres años de gobierno vemos exactamente lo mismo, la misma estrategia de Calderón que un servidor sintetizaría muy fácil: se calienta el norte y llega la cargada de federales y soldados, matan a un buen montón, detienen a los que identifican como los jefes de las plazas y se van; se pone feo el centro y se van hacia allá a hacer lo mismo.

El asunto es que cuando aún siguen las balas en el centro, vuelven los granadazos y las refriegas en el norte y viceversa.

Hasta antes del fin de semana las zonas ‘calientes’ en el tema de la inseguridad eran el norte y el centro, además del golfo, Nuevo León, Coahuila, Tamaulipas, Veracruz y Michoacán, además, claro, de Guerrero, allá por el Pacífico.

Pero los malos expandieron su infección de miedo y terror, este fin de semana Jalisco vivió uno de sus episodios más negros con las balaceras y bloqueos.

Hasta ahora en la ‘absurda guerra de ya no sé quién’ ,no se había derribado un helicóptero militar como lo hicieron los narcos en aquel estado, no se había bloqueado una zona tan amplia como la que cercó Guadalajara y el resto de los municipios del bajío.

Al día siguiente los enfrentamientos llegaron hasta Puerto Vallarta, una zona que igual que la de Guadalajara podía presumir de que estaba sana. El mal de hecho llegó hasta Oaxaca.

Si pintáramos de rojo a los Estados emproblemados, serían muy pocas las manchas blancas que quedarían en el país.

Por eso creo que insistir en negar o minimizar el problema lanzando al aire cifras que no convencen ni al que las emite es una estrategia que nos va a llevar al abismo.

Mantener la estrategia que usó Calderón y que evidentemente no funcionó es un equívoco.

Estamos a casi un mes de la elección intermedia y todos, no sólo el presidente y los suyos, sino todos los mexicanos nos podemos llevar una sorpresa peor de desagradable si el día de la jornada ocurre un episodio como el de viernes y sábado en Jalisco, como el de hace tres semanas en Reynosa, como el de días posteriores en Tampico.

Espero en verdad que la autoridad federal y los órganos electorales tengan un plan de contingencia ante un escenario adverso, que no es ni por tantito descabellado que ocurra.

Aclaro, no se trata de ver sólo las cosas malas del andar presidencial de Enrique a Peña Nieto, pero defender lo indefendible es volverse cómplice.

Camacho Quiroz y los mensajes…

El sábado anduvo por Tamaulipas el dirigente nacional del PRI, César Camacho Quiroz. Lo hizo para participar en apoyo a las campañas de sus candidatos en Matamoros, Tampico y Madero.

Es normal que cuando un personaje de esa talla aterriza en un punto de la provincia como Tamaulipas los ‘analistas’ busquen los mensajes cifrados hasta donde no los hay.

Hubo versiones de todas, que si visitó distritos emproblemados, falso porque Madero va viento en popa con Esdras Romero Vega, también falso porque la campaña de Paloma Guillén ha repuntado.

Es cierto el caso de Matamoros con Chuchín de la Garza es un caso que hasta los propios tricolores dan por perdido. En tal caso también hubiera visitado Nuevo Laredo donde Yahleel Abdalá nunca levantó o la tierra de Francisco Javier García Cabeza de Vaca donde María Esther Camargo comienza a desilusionar a los priistas que porque no levanta.

Que vino a placear a Baltazar Hinojosa rumbo a la gubernatura, quien estrena cartera en el PRI nacional, falso porque los protagonistas de los eventos de Camacho fueron él y los candidatos en cada distrito.

Lo cierto es que el dirigente de los priistas vino a apoyar a los candidatos y punto. Los mensajes que dio en entrevista, sin necesidad de descifrar fueron: el PRI va arriba en las encuestas. El término carro completo es de la prehistoria. No van a lanzar la primera piedra, pero tampoco se quedarán con un solo golpe y claro de paso, aprovechó para darle su buen raspón a Cabeza de Vaca, todo lo demás es especulación y obedece a los quereres de quien emita el análisis.

Comentarios: meliton-garcia@hotmail.com Twitter: @melitong

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