Los diputados del PRI que conforman la comisión permanente en el actual periodo de receso de la Cámara Baja del Congreso de la Unión impidieron ayer que se sometiera a debate la cancelación del registro del Verde como partido político solicitada por el PRD por “violaciones graves y sistemáticas a la legislación electoral” en que ha incurrido la agrupación.
Los legisladores del ex invencible aprovecharon la mayoría que tienen, junto con el partido del Tucán, en el organismo, para echar abajo la propuesta perredista, respaldada por amplios segmentos de la sociedad civil que consideran que las maniobras ilegales a las que ha recurrido el PVEM constituyen una burla a la ley en materia electoral a la que debe de ponerse un alto.
Como es del dominio público, el Verde ecologista fue sancionado por las autoridades del INE con 477 millones de pesos por difundir spots propagandísticos declarados ilegales que han desacreditado a la organización ecologista ante la opinión pública.
El Revolucionario Institucional salvó esta vez a su aliado político de ser exhibido como una organización política que se burla de las instituciones a la que no le importa respetar el cacaraqueado estado de derecho y de que nadie está por encima de la ley, del que tanto se ufana el gobierno.
¿Qué habría pasado si, en lugar del Verde, hubiera sido MORENA el responsable de este tipo de ilegalidades?
Además de haberlo linchado mediáticamente y de considerarlo un peligro para México, ya le habrían proscrito y cancelado el registro.
Sin embargo, como se trata un partido alineado, a nadie sorprendería que se le hiciera una rebajita a los casi 500 millones de pesos que debe de multas o incluso que hasta le condonaran el estratosférico adeudo.
Lo que no ha podido evitar la organización es que, como resultado de su comportamiento, las simpatías populares se le hayan venido abajo. Después de que, como consecuencia de la campaña denominada “El Verde Sí cumple”, el partido subió de 7 puntos a 11, ha vuelto otra vez a la posición que tenía antes de que iniciara la campaña propagandística.
Lo que tiene que reconocerse es que esta ha sido la que mayor impacto ha causado entre la población, arriba de las del propio PRI, el PAN y el Partido de la Revolución Democrática.
Pero, ¿en qué medida afectará esta caída en las preferencias ciudadanas nacionales a los candidatos verdes de Tamaulipas?
No se tiene idea, sin embargo, en los casos de los distritos VII y VIII es evidente que los aspirantes no han logrado el crecimiento que esperaban cuando se iniciaron las actividades proselitistas. En el primer caso, a un mes y diez días de que empezaron los recorridos y reuniones de demanda del voto, la profesora Elba Solís sigue siendo una ilustre desconocida, en el segundo, Daniel Morales tuvo un arranque que generó muchas expectativas, pero a estas alturas de la contienda da la impresión de que o el ex regidor ha disminuido el paso o que se siente desanimado porque las cosas no le están saliendo como se había imaginado.
Desde luego que no todo es producto de las irregularidades en que se ha visto envuelto el partido político al que representa en el ámbito nacional, sino también a que el ex panista cae a menudo en contradicciones. Ayer, por ejemplo, el aspirante a diputado federal se mordió la lengua al criticar a la panista María Elena Figueroa por tratar de granjearse el apoyo de los electores descalificando a otros partidos políticos, sin darse cuenta de que al demeritar a la candidata blanquiazul estaba haciendo lo mismo.
Y lo que es peor, que él también criticaba a los priístas cuando militaba en las filas de Acción Nacional.
Sin embargo, la mala noticia nacional no fue sólo la demanda perredista de que se cancele el registro al partido Verde, sino el nuevo mega recorte presupuestal de 234 mil 984 millones de pesos aplicado a Petróleos Mexicanos, que es cuatro veces superior al que se impuso al inicio del año, que fue de 62 mil millones, cifra que revela el tamaño de las repercusiones económicas que ha tenido la baja de los precios internacionales del crudo en la industria petrolera.
Para que nos demos una idea de los alcances del problema, Pemex ha suspendido ahora la renovación de las plazas que dejan vacantes los jubilados, ha cancelado la contratación de trabajadores eventuales de confianza a la que recurre la empresa paraestatal para cubrir comisiones, vacaciones, permisos e incapacidades, y ha restringido la ocupación de nuevo personal y el tiempo extra no justificado. Esto por lo que respecta a la parte laboral, en la política, todo indica que el desempleo causado por la disposición se reflejará también el día de las votaciones.




