Marco Antonio Bernal no baja los brazos, ni mucho menos. Su nombramiento como representante de los diputados del Partido Revolucionario Institucional (PRI) ante el Instituto Nacional Electoral (INE) lo revitalizó cuando parecía que sus bonos comenzaban a bajar.
Si bien es cierto que no puede compararse con la trascendencia de la cartera que recibió Baltazar Hinojosa Ochoa en el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI, la distinción también fue vista como un guiño desde las alturas para confirmar que todavía está en la carrera.
Y muy probablemente él también lo entendió así, porque el último mes se le ha visto más activo que nunca.
Los fines de semana los utiliza para recorrer el estado y socializar en donde le abran las puertas. Es verdad que amigos no le faltan y les está sacando jugo.
El viernes por ejemplo, Bernal estuvo en Tampico donde además de dar entrevistas, acudió a comidas y cenas donde «compartió opiniones» con los presentes.
Queda claro que tanto Bernal como Hinojosa Ochoa llevan tiempo tejiendo redes de apoyo en la frontera, territorio en el que ejercen cierta influencia.
El reto para ambos está en las otras regiones del estado. La zona conurbada por ejemplo, es un desafío para los dos.
Bernal, ya lo vimos el fin de semana, comienza a desplegar sus redes, e Hinojosa Ochoa deberá encontrar la manera de que su posición como secretario de Organización Electoral del PRI no se convierta en un obstáculo más que en una ventaja.
Para ninguno de los dos será fácil porque ahí, el priismo y sus patrocinadores empresariales apuestan a otros dos proyectos: el de Alejandro Guevara Cobos y el de Mercedes del Carmen «Paloma» Guillén Vicente, en ese orden.
Se trata de cuatro de los más claros aspirantes a la candidatura, pero hay más. De la lista, insisten desde la capital del estado, no debe borrarse a Alejandro Etienne que luce animado, y a Édgar Melhem Salinas, uno de los candidatos que podría sacar mayor diferencia en la contienda del 7 de junio.
Los seis enlistados y sus equipos deben estar realizando todo tipo de conjeturas para visualizar cómo se realizará la selección.
Basta observar lo que ha ocurrido en otras entidades para detectar la fórmula Peña Nieto. Va el que tenga mayores oportunidades de ganar de acuerdo a los números de preferencia y de negativos.
Estar cerca de tal o cual vaca sagrada puede ayudar, pero no será definitivo.
Por eso la importancia del trabajo previo que ya empezaron a realizar los «suspirantes».
Porque ya no hay tiempo. Apenas se conozcan los resultados del 7 de junio —con sus ganadores y damnificados— comenzará de lleno la carrera de la sucesión.
Y no pasará más de un semestre antes de que en el tricolor salga humo blanco. Para algunos de los que tienen la mano levantada serán los seis meses más largos de su vida, para otros, serán como un suspiro.
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