1.- Ahora que está por resolverse la próxima candidatura a la Gubernatura del Estado, resulta pertinente recordar al «Dedazo», al «Madruguete», al «Tapado y al «Reloj Político».
2
.- Eso del reloj político ha sido una monería más de las muchas que inventó el presidencialismo mexicano. Como el Presidente de la República no quería que se moviera ni la hoja de un árbol sin su permiso, fabricó un reloj político cuyas manecillas sólo él podía mover. Fue un instrumento más de control político para someter a todos a su capricho.
3
.- A los dinosaurios del PRI les encantó la idea, y de esa manera se repartían los cargos con el Presidente, rechazando los pronunciamientos espontáneos de las bases que en ocasiones se anticipaban para evitar los «dedazos» de la cúpula. A los adelantos frecuentes de los grupos sin control se les llamó «madruguetes», y después provino la amenaza de que «el que se mueva, no sale en la foto».
4
.- Con el derrumbe del presidencialismo autoritario, también se derrumbaron una serie de prácticas, procedimientos, caprichos y antojos del Presidente de la República, Adolfo Ruiz Cortines inventó el «sobre lacrado» para dar a conocer sus «dedazos» o veredictos, y éste ya desapareció. Los cuantiosos aplausos en los informes presidenciales fueron suprimidos a petición del propio Presidente Miguel de la Madrid, y jamás ha vuelto a aplaudir con la euforia de antes la porra mejor pagada del país.
5
.- El «besamanos» en Palacio Nacional después de los informes presidenciales era una ceremonia que podía durar varias horas, y también fue ya cancelada por inútil, cortesana e impropia de un régimen democrático. Lo mismo pasó con los interminables eventos de «Glosa del Informe Presidencial», que se organizaban durante 15 días de pronunciado el Informe.
6
.- O sea que uno a uno han ido desapareciendo los rituales y procedimientos que conformaban un culto exagerado a la personalidad del Presidente, cuyos aduladores llegaron hasta el grado de considerarlo infalible. Después de la gran crisis económica, el voto de castigo y de las dos derrotas del PRI en las elecciones presidenciales, resulta infantil y anacrónico hablar de «reloj político» y censurar a los apresurados, cuando la oposición hace política todos los días y a todas horas sin ajustarse a reloj o calendario alguno.
7
.- El hecho de que todavía existan voces dentro del PRI que censuren los «destapes prematuros», y que mantengan las tesis del «reloj político», revela hasta qué punto el espíritu dinosáurico se apoderó del PRI. Los dinosaurios han ido desapareciendo por el sólo transcurso del tiempo, pero su espíritu se quedó para siempre en dicho partido.
8
.- Si el PRI quiere seguir ganando tiene que abrir todas sus puertas y romper todos sus candados, para que la energía y el viento de la renovación penetren, y renueven ese ambiente burocrático y desolador que aún huele a imposición, «dedazo» y dinosaurio.
9
.- Todos los «destapes» debieran ser bienvenidos. Son actos de militantes que demuestran interés, participación y confianza en el futuro de su partido. Rechazar o censurar dichas manifestaciones, es «hacerle el caldo al gordo» al PAN y al PRD, desalentar a los miembros del partido, provocar las deserciones y comprobar que las viejas prácticas autoritarias siguen vigentes en el PRI. Que las cúpulas siguen imponiendose a las bases, y que prefieren perder las elecciones con sus compadres y favoritos, que ganarlas con los candidatos experimentados que propongan las bases militantes.




