Todos los espectáculos tienen una salida frontal y una de emergencia. Y quienes no se preocuparon por habilitarlos, han sufrido las consecuencias. La política no es una excepción. Por ello, trienios y sexenios administrativos suelen preparar con tiempo su retirada de los escenarios.
Generalmente se procura que los personajes que se van dejen un buen sabor de boca entre quienes los observaron, en calidad de público espectador. Lo ideal es salir en hombros, como futbolistas en la gran final o un torero que ha logrado cortar las dos orejas y el rabo. Pero en caso de que esto no sea posible, siempre existe un plan “B”.
En el caso del egidismo tamaulipeco, sumándole las fotos institucionales, las reuniones y las giras, se busca acreditar una calificación satisfactoria ante la ciudadanía. Más de cuatro años de su periodo de poder fueron devorados por el gran dragón de plomo, llamado seguridad.
Pero en la actualidad ya no hay tiempo para seguir arrullando ese tema duro, sin voltear a ver las demandas ciudadanas de carácter social. En consecuencia, el sexenio deberá meter el acelerador en servicios públicos, educación, salud, vivienda y asistencialismo a los grupos más desvalidos. Por ahí debe caminar el tema del epílogo sexenal.
La ruta de salida de Egidio Torre, incluye la multiplicación de sus giras de trabajo, a partir del ocho de junio próximo. Ignoro si el tiempo le alcanzará al mandatario estatal para enderezar un barco que por momentos sufrió los embates del golpeteo mediático, desde los tenebrosos círculos del calderonismo.
Ignoro si existe la voluntad de transformarse en el político que los tamaulipecos anhelaron desde un principio, pero me parece que, si Egidio se lo propone en serio, todavía es tiempo de convencer a su gente, y dejar para la posteridad, la impresión de que su gobierno fue aliado de los ciudadanos.
Ha llegado la hora de preguntarle a la ciudadanía, qué piensa de lo que Egidio ha hecho. Me parece que los discursos del gobierno estatal ya militaron en el oído social durante casi cinco años. Ahora, la actual administración debe ceder la voz a la gente de las calles, de las pequeñas y las medianas empresas, a las clases medias, las mujeres, los jóvenes y al ciudadano común.
La gente necesita sentirse incluida. Ése y no otro será el mejor mensaje que se les puede brindar. ¿Incluirlas en dónde? En todos los espacios de participación pública: especialmente en darles la voz mediática que hasta ahora no han tenido, en los diversos espacios del quehacer sexenal.
En lugar de que hablen los altos funcionarios de salud, que hablen los que asisten a las clínicas hospitales. En lugar de la burocracia que sean las familias quienes se expresen. Y así por el estilo en la educación, en el deporte, en la cultura.
Este tipo de democracia tiene sus riesgos, pero también puede dar excelentes resultados. Porque no hay mejores voceros que los mismos ciudadanos. El culto a la personalidad ya no es eficaz ante una ciudadanía con altas dosis de desconfianza.
¿Arriesgará el sexenio de Egidio dicha estrategia? La ruta de salida aún puede ser airosa. Lo que acabo de plasmar aquí, es una propuesta.
PALOMA, SIMONA Y RUFINA
Simona Rojas y Rufina García, empiezo con sus nombres, porque basta con escribirlos para que impongan su presencia de fuerza y de liderazgo. Así se llaman las dos mujeres proletarias de la zona norte de Tampico que ayer le refrendaron su apoyo a la candidata a la diputación federal Paloma Guillén Vicente, en el VIII Distrito. Fue en estos contornos donde la hoy abanderada de PRI dejó enterrado su ombligo de lucha legislativa. Fue aquí donde nació a las palestras parlamentarias, en los ochentas, inaugurando de paso, el llamado XV Distrito. “Hay muchas cosas por hacer, en pro de Tampico. Y les puedo asegurar que no seré una voz más entre 500 diputados, les aseguró Paloma.
QUE NOS ESCUCHEN
CLARO Y FUERTE
La señora Macrina Álvarez habló este fin de semana a nombre de la poderosa estructura territorial del PRI en Victoria, y su voz se escuchó atronadora: “que nos escuchen claro y fuerte, aquí va a ganar Miguel González Salum”. Lo anterior ocurrió durante un recorrido por las colonias “Américo Villarreal” y “Américas de Juárez” que fueron testigos del impresionante escenario de fuerza y movilización por parte de los contingentes miguelistas.
Doña Macrina remató con lo siguiente: “Estamos listos para el siete de junio; traemos el chaleco bien puesto. Estamos listos para ganar y lo haremos con lealtad y juntos, porque nadie nos para”. Blanca Valles, Carlos Morris y Pepe Cárdenas Castillejos participaron también en esta cruzada, enfilada hacia el poderoso cierre del “Flaco” González Salum.