MÉXICO, DF.- El titular de la Unidad de Evaluación y Control (UEC) de la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación de la Cámara de Diputados, Alejandro Romero Gudiño, pidió que la legislación secundaria en materia anticorrupción, se privilegien los mecanismos preventivos, los valores y la ética para encaminar de mejor manera el servicio público a todos los niveles.
Romero Gudiño afirmó que con el nuevo sistema anticorrupción se reducirá el número de anomalías y resultados negativos que se han presentado en los últimos informes de las cuentas públicas.
En las instalaciones del Palacio Legislativo de San Lázaro, dijo que con el fortalecimiento de la fiscalización superior, la Auditoría estará en condiciones de revisar en tiempo real, así como verificar cuentas pasadas, lo que conlleva un gran reto para la ASF”.
En una conferencia magistral sobre ética del servicio público, organizada por la UEC y la Universidad Anáhuac, Alejandro Romero recordó que con este sistema anticorrupción, la ASF se va a rediseñar y la UEC será actualizada. Ello, sin dejar de auxiliar a la Cámara de Diputados en sus funciones para evaluar el desempeño de la Auditoría como lo mandata la Constitución.
“Se nos han dado funciones de control interno y una unidad de apoyo técnico. Estaremos muy presentes, porque ahora los resultados de la fiscalización ya no se presentarán en forma anual, sino periódicamente. En los hechos habrá un informe cada cuatro meses y la UEC estará en las mejores condiciones de seguir apoyando técnicamente y analizar ese informe para las comisiones de Vigilancia y la de Presupuesto”, agregó.
Al impartir la conferencia magistral “La ética del servicio público ante la reforma en materia anticorrupción”, el académico e investigador de la Universidad Anáhuac, Abraham Nosnik Ostrowiak, señaló que la reforma en materia de anticorrupción ayudará a no ser complacientes con nosotros mismos e hizo votos por generar instituciones que sean herramientas eficientes a favor de la sociedad y que las autoridades sean fuertes y no se dejen comprar o corromper”.
Puntualizó que hay diferentes niveles de corrupción, siendo el más peligroso el de la actitud de cada persona, es decir, de la complacencia o la inmediatez.
“Cuando uno toma lo que le pertenece a la sociedad, como los recursos, eso corrompe, corrompe aquello que se impone a los demás y no les permite ejercer sus derechos. El peor nivel de corrupción es el autoengaño, agregó.
Nosnik Ostrowiak mencionó que el poder es lo que hace que una persona corrompa sus actitudes; sin embargo, dijo, “creo que sí es posible llegar a un México ético: lo anhelamos todos y nos lo merecemos. Lo que pasa es que debemos ser mucho más cuidadosos y cuidar absolutamente el impacto que generamos con nuestro avance.