Bajo el riesgo de ser tachado de oficialista, me atreveré a exponer una opinión personal sobre los candidatos del PRI, a diputados federales.
Con su permiso, ahí va.
Distrito por distrito –quizás la excepción sea el número 1 en Nuevo Laredo– no veo mejores perfiles políticos para una encomienda de esa naturaleza, con todas las limitaciones que puedan sufrir, que las carreras públicas de los aspirantes cobijados por el Partido Revolucionario Institucional.
¿Parece desmesurado el comentario?
Depende de la óptica con la cual se vea. Su servidor se queda con la que marcan los hechos, alejados de las emociones y simpatías.
Si tiene tiempo y ganas, lance una ojeada a las trayectorias de los candidatos del partido tricolor. Por encimita, para no hartarse.
Marcado por mis dudas, prefiero no mencionar al de Nuevo Laredo y empezaré por el Distrito II, con sede en Reynosa, cuya candidata es María Esther Camargo, quien es una pedagoga de primera línea, historiadora, economista e investigadora.
Además fue regidora y rectora de la Universidad Tecnológica en esa ciudad, con amplia experiencia en el servicio social como voluntaria de la SEDESOL.
En el Distrito III, Jesús de la Garza Díaz del Guante es egresado en Administración del Tecnológico de Monterrey, donde además obtuvo una maestría, pero su principal patrimonio radica en el área pública, en la cual ha sido tesorero municipal, diputado local, contralor gubernamental de Tamaulipas, gerente de COMAPA y jefe de Oficina Fiscal.
Vamos por Río Bravo y el Distrito IV que lo cobija. Su candidato, el abogado Édgar Melhem Salinas, ha sido Consejero Político Nacional, diputado federal y Delegado federal de la SEDESOL en Tamaulipas.
En Victoria, ubicación del Distrito V, el candidato es Miguel González Salum. Su perfil público incluye una gerencia de COMAPA, una diputación federal, la alcaldía de Victoria y la Secretaría de Finanzas del Gobierno del Estado-.
Alejandro Guevara Cobos es el aspirante en el Distrito VI y ha sido dirigente nacional de la juventud priísta, fue el diputado federal más joven en la historia en el período 1997-2000 y nuevamente diputado federal en la legislatura 2009-2013, así como Coordinador de Giras Presidenciales.
En el Distrito VII, aun cuando el priísta Esdras Romero Vega es uno de los que menos carrera pública posee, pero a la vez está muy distanciado en ese terreno de sus rivales electorales. Le basta su carrera sindical, una diputación local y la alcaldía de Ciudad Madero.
En la última zona electoral, el Distrito VIII, aparece Mercedes del Carmen Guillén Vicente, “Paloma” para sus amigos y ahora para los votantes. Posee una currícula impresionante. Notaria Pública, dos veces diputada local y una vez diputada federal. Fue líder del Congreso de Tamaulipas en las dos ocasiones en que llegó a él, Secretaria General de Gobierno y Procuradora General de Justicia, así como titular de una de las coordinaciones de campaña del ahora presidente Enrique Peña y recientemente Subsecretaria de Población, Migración y Asuntos Religiosos en la Secretaría de Gobernación.
Insisto, todo lo anterior son los hechos. No hay especulaciones ni pasiones. Parece claro que son las mejores opciones para votar este 7 de junio.
Sólo un buen deseo queda como conclusión:
Ojalá, en verdad que es un buen deseo, que esa experiencia, esa capacidad política y esa preparación, sean lo que se requiere para ser un buen diputado. Un buen representante de sus paisanos.
Porque nos hemos llevado cada decepción…
Twitter: @LABERINTOS_HOY