Hoy cuando el presidente en turno presume un país más tranquilo y con respeto al Estado de derecho, México se encamina a una elección intermedia que ya pude considerarse violenta, sangrienta, entre disturbios.
Así es mis queridos boes, el proceso que vivirá su clímax en cuatro días con la apertura de las urnas, ya ha sido manchado de sangre con la muerte de cinco de sus protagonistas en varios estados del país.
No exagero, ahí están los archivos periodísticos, el baño de sangre comenzó en marzo en la preprecampaña cuando en Guerrero decapitaron a Aidé Nava, precandidata del PRD a la alcaldía de Ahuacuotzingo.
Antes habían secuestrado a su esposo e hijos, a ella le cortaron la cabeza y con ello el proyecto que la encaminaba a la alcaldía. Caso no resuelto.
El 1 de mayo Ulises Fabián Quiroz, candidato del PRI a la alcaldía de Chilapa, también en Guerrero, fue asesinado a balazos. Caso no resuelto.
Quince días después, Enrique Hernández, ex dirigente de las autodefensas y candidato de Morena a la alcaldía de Yarécuaro, Michoacán, fue asesinado a tiros en pleno mitin ante la vista de sus simpatizantes. Caso no resuelto.
El 26 de mayo, Juan Salvador Méndez, coordinador de la campaña de uno de los candidatos panistas a diputado en Puebla, fue asesinado, igual a tiros, igual que los otros el caso sigue sin resolverse.
Y la cuenta siguió ayer cuando el abanderado a diputado del PRD, Miguel Ángel Luna, también fue ejecutado a tiros por un comando que entró a su comité de campaña en el Valle de Chalco en el Estado de México.
Van ya cinco muertos y faltan cuatro días para la elección, por lo que la cuenta de sangre lastimosamente podría ser mayor al final del proceso.
Pero los asesinatos de candidatos no son los únicos hechos que lamentar de la elección; Guerrero, Michoacán y Oaxaca llegan al final de la campaña convulsionados por protestas violentas de la CNTE, los papás de los 43 estudiantes inmolados de Ayotzinapa, sindicatos disidentes y grupos anarquistas.
En el parte de la guerra electoral además del boicot al que han convocado los más violentos, hay que sumar la quema de más de 150 mil boletas electorales, casillas empaquetadas, oficinas distritales, quema de autos y amenaza contra los funcionarios.
Por Tamaulipas aportamos nuestra cuota, la frontera, Matamoros y Reynosa para ser más exactos, ya registraron atentados en las inmediaciones de las instalaciones del INE.
Y aunque las autoridades federales no han relacionado los incidentes, hay que anotar el ataque de ayer al edificio del Poder Judicial federal con una granada.
¿Qué sigue en los próximos días y sobre todo para el día D?, sólo Dios sabe, pero podría jurar que los violentos de todo el país nos tienen preparadas varias nada gratas sorpresas que tendrán que ver con hechos de sangre.
Todo esto se da ante la mirada como indiferente, como pasmada, como cómplice por omisión de la autoridad federal, con una Secretaría de Gobernación que no atina siquiera a dar esperanzas de que la elección no terminará en un charco de sangre mayor.
No quiero, pero sí me imagino un proceso marcado; Guerrero, Oaxaca y Michoacán incendiados, con ciudadanos imposibilitados a ejercer el voto o con candidatos asesinados, incluso a la hora en que se presenten a votar. Sería el caos total.
No quiero, pero tengo que imaginarme un panorama en el que en nuestra frontera se dé un ataque como el de los días pasados a las instalaciones del INE o a otros edificios públicos que genere un ambiente enrarecido y violento.
Ojalá que mis temores y sé que son los de algunos políticos aunque no los expresen, queden sólo en eso y que el domingo por la noche podamos declarar saldo blanco aunque sea el día de la jornada electoral. Aunque insisto, la elección ya está manchada de sangre.
Los cierres hoy…
Claro que no habrá como antes los grandes conciertos de los grupos de moda, los topes les impiden a los candidatos cerrar con tal despilfarro.
Por eso los eventos de hoy tendrán más valor, hoy los contendientes que logren movilizar consigo los abanderados serán más creíbles cuando sean nombrados como simpatizantes, porque los irán a ver y oír a ellos y no a la Banda Trakalosa, Recodo, Pesado, Intocable o La Firma como antes ocurría.
Hoy por ejemplo, sin baile pero sí con música, Alejandro Guevara Cobos tendrá lo que han llamado marcha de la Victoria en la cabecera del VI distrito, donde se supone que obtendrá, lo dicen todas las encuestas, más del 60 por ciento de los votos.
En Victoria, Miguel González Salum espera cerrar por la tarde con la misma dosis que le ha recetado a sus oponentes en los últimos días: un masivo que muestre el músculo que todo indica le llevaría al triunfo.
Ya tuvo eventos con asistencia impresionante por todos los rumbos de Victoria, Padilla, Hidalgo, Mainero y hasta en San Nicolás, la cita este día es donde estaba el Paxedis Balboa.
Anoche tocó el turno a Esdras Romero con una concentración que abarcó varias calles del centro político y gremial de Madero acompañado de miles. Los sondeos dijeron que el alcalde con licencia ganará.
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