CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Lo que parecía ser el inicio de un día rutinario para una empleada y ama de casa, se convirtió en tragedia pues al salir de su domicilio fue interceptada por un desconocido, el cual le disparó en por lo menos cinco ocasiones dejándola sin vida en medio de la calle.
El trágico acontecimiento se registró la mañana de ayer al filo de las 08:30 horas sobre la calle Huizache entre Teozuchil y Tenocastle del fraccionamiento Vista Azul.
Los paramédicos llegaron a la zona para brindarle los primeros auxilios a Samanta Yutzeli Guillén Arcos quien desafortunadamente había muerto víctima de múltiples impactos de bala.
Se dio a conocer que la occisa contaba con 26 años de edad y vivía a unos cuantos metros de donde fue encontrada, en la casa marcada con el número 221.
Tras confirmarse el deceso, se le notificó a los elementos de servicios periciales de la Procuraduría General de Justicia quienes arribaron al lugar para recopilar la evidencia de la escena del crimen.
Por su parte los agentes de la Policía Estatal Acreditable y de la Sedena acordonaron el perímetro para que los investigadores realizaran su trabajo.
El cuerpo de la mujer presentaba varios impactos de bala a la altura del tórax y cerca de ella fueron encontrados cinco casquillos calibre Nueve milímetros.
A través de los vecinos se logró establecer que Samanta vivía sola con sus dos hijos, uno de ellos de apenas un mes de nacido, de los cuales se desconoce su paradero.
Las autoridades presumen que cuando la víctima salió de la casa, su asesino ya la estaba acechando, ya que los disparos fueron a quema ropa.
Después de accionar su arma en por lo menos cinco ocasiones, contra de la humanidad de Guillén Arcos, el homicida se dio a la fuga sin que hasta el momento se tengan pistas de su paradero.
Una de los móviles que estudian los agentes ministeriales, es el pasional, ya que su agresor conocía su dirección y la hora exacta en que salía de su vivienda, por lo que presumen que se haya tratado de alguna ex pareja.
El agente cuarto del Ministerio Público investigador Román Puga Hernández, fue quien dio fe de los hechos y ordenó que el cadáver fuera trasladado al Servicio Médico Forense para que le realizaran la necropsia de ley.