Tampico, como es del dominio público, es uno de los municipios políticamente más veleidosos, lo que se ha traducido en que en los últimos años el Partido Revolucionario Institucional y el Partido Acción Nacional se hayan alternado tanto en la alcaldía como en las diputaciones federales.
Tras de que en el 2010 la maestra MAGDALENA PERAZA GUERRA llegó al gobierno municipal apoyada por el PAN y en el 2012 GERMÁN PACHECO logró un asiento en el palacio legislativo de San Lázaro, respaldado igualmente por la organización blanquiazul, el pasado 7 de junio el péndulo electoral osciló hacia el lado contrario para que la priísta MERCEDES DEL CARMEN GUILLÉN VICENTE lograra su pase a la Cámara Baja.
El triunfo de “PALOMA” se inscribe dentro de una estrategia global diseñada para que el tricolor se llevara “carro completo” en Tamaulipas, algo que para muchos era imposible. Fue tan eficaz el operativo que hasta una casi desconocida salió airosa en Nuevo Laredo, donde los chicharrones panistas truenan. La orden era: “o ganamos o ganamos”.
Y dentro de esa instrucción fue que todos los grupos del PRI, aun los más rebeldes, tuvieron que jalar parejo. No había lugar para el disenso, pues estaba de por medio reponerse de la colosal derrota que el partido sufrió hace tres años cuando hasta su candidato presidencial, ENRIQUE PEÑA NIETO, perdió en la entidad. Y estaba en juego, adicionalmente, el prestigio político del gobernador EGIDIO TORRE CANTÚ, cuando se encuentra en la recta final de su mandato.
Así las cosas, en Revolucionario Institucional salió airoso en suelo tamaulipeco, mientras que en otras entidades, como Nuevo León las cosas no salieron como se esperaban.
Pero una vez pasada la euforia, habría que enfocar la atención sobre algunos detalles que resaltan al amparo del frío testimonio de los números. ¿En verdad fue el PRI una locomotora electoral? ¿Sin la atomización del voto entre el Partido Verde y Nueva Alianza, podrían haberse dado todos los triunfos?
Veamos el caso de nuestra ciudad. Nadie pone en tela de juicio que MERCEDES DEL CARMEN GUILLÉN VICENTE realizó una magnífica campaña en la que se puso de manifiesto su experiencia en las lides políticas. Se acercó a todos los segmentos sociales haciendo gala de su destreza argumental.
Adicionalmente recibió el apoyo de figuras emblemáticas del priísmo como JOSÉ FRANCISCO RABAGO CASTILLO, ÁLVARO GARZA CANTÚ, FERNANDO AZCÁRRAGA y MAGDALENA PERAZA GUERRA, que aunque formalmente está fuera del partido, nunca ha sacado sus sentimientos de su cuna política.
Y como la victoria tiene muchos padres, mientras que la derrota es huérfana, no son pocos los que se autoproclaman como progenitores del triunfo de “PALOMA”, que a su vez, considera que este se debió única y exclusivamente a su personalidad. Habría que irse con calma.
Con todo ese aparato de apoyo que se puso en movimiento, ¿acaso el PRI se acercó a la votación que obtuvo hace tres años GERMÁN PACHECO con más de 73 mil sufragios o a la de DIEGO ALONSO HINOJOSA en el 2000 con una cifra similar? La verdad es que el voto tricolor disminuyó en términos reales.
¿Qué tan real y efectivo resultó el respaldo de los dizque grupos poderosos, como el que encabeza el multimillonario EDUARDO VELA RUIZ? La maestra PERAZA cuando ganó obtuvo más de 50 mil votos. ¿Con la mitad de eso que se hubiera abonado a “PALOMA”, la abogada estaría pasando a la historia como un fenómeno electoral.
Además, ¿cómo quedó la relación de la diputada electa con los grupos que la apoyaron, algunos a regañadientes? Se dice que quedaron por allí algunos resentimientos. Esto estaría dinamitando de entrada sus aspiraciones para ser candidata a la gubernatura del estado el año próximo.
Así que no estaría de más analizar el verdadero saldo del pasado proceso electoral en tierra de jaibas. Tras el estallido de los cohetes, las varas que caen pueden dibujar un escenario distinto al que se está manejando.
Y esto viene a colación porque el año próximo se estará encarando la renovación de los poderes municipales. Y en el PRI ya cada quien está tomando sus propias posiciones. Se han asomado figuras como PERAZA GUERRA, SERGIO VILLARREAL BRICTSON, y FRANCISCO BOLADO LAURENTS, quien por cierto parece el prospecto más sólido. Todos ellos deben estar conscientes de que el posicionamiento se gana con hechos propios y no con la contribución a causas ajenas.
Por otro lado, una evaluación reciente indica que a nivel estatal, los personajes con más posibilidades de obtener la estafeta tricolor para la gubernatura, son BALTAZAR HINOJOSA OCHOA, como carta fuerte de las cúpulas nacionales del partido y JAIME ETIENNE LLANO, como la apuesta local.
Algunos otros alborotados a los que se les vincula con el ex-gobernador EUGENIO HERNÁNDEZ FLORES vieron desplomarse sus aspiraciones tras de que se hizo pública la acusación en su contra por lavado de dinero en Estados Unidos.
GEÑO asegura que antes de ser gobernador ya era millonario y que su capital y propiedades son producto del trabajo y esfuerzo. No faltará quien trate de ahondar en el caso para comprobar si lo que asevera es cierto.
Sea como fuere, la política sigue siendo terreno pantanoso en el que nadie puede estar parado sin riesgo a hundirse en el momento más inesperado. Y quien no lo entienda difícilmente podrá transitar por él. Y si no que lo diga el ex-secretario de Desarrollo social en el estado, HOMERO DE LA GARZA TAMEZ.
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